Rosanety Barrios

Cargar gasolina y apoyar a México

La nueva publicidad auspiciada por el Gobierno Federal invitando a los mexicanos a “consumir lo nacional”; “rescatar la soberanía” y comprar gasolina marca Pemex, lanza un mensaje que, aunque bien intencionado, equivoca la forma en la cual operan las estaciones de servicio en nuestro país. Permítanme explicarlo.

Quiero ser muy enfática en que México también es mi casa y también deseo su bienestar. Que hacer más fuerte a Petróleos Mexicanos es un proyecto que comparto, como lo he explicado en anteriores columnas; pero, aun cuando todos los ciudadanos de pronto decidieran comprar única y exclusivamente en las gasolineras que llevan esa marca; el resultado no sería una mejora para la empresa del Estado. Veamos las razones:

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El primer dato relevante es que ésta sólo produce alrededor del 30% de toda la gasolina que consumimos. Eso automáticamente desacredita la frase “gasolina de Pemex”, ya que, en realidad, casi todo el producto se importa. Ahora bien, es conveniente mencionar que la mayor parte de las adquisiciones de gasolina las realiza la empresa del Estado; la cual sigue controlando el 90% de ese mercado en México. De esta forma, cada vez que usted cargue en una estación con marca distinta; hágalo sabiendo que 9 de cada diez litros fueron vendidos por Pemex. En otra ocasión hablaremos de las condiciones necesarias para que esto pudiera cambiar en beneficio de cada uno de los mexicanos.

El otro elemento fundamental es que ninguna estación de servicio le pertenece a Petróleos Mexicanos. Se trata de una actividad desarrollada única y exclusivamente por capitales privados. Es así como Pemex vende al mayoreo y atiende al 90% de la demanda nacional de gasolina; aunque en su mayoría con producto importado. Para la empresa del Estado es indiferente si la venta final se lleva a cabo en una estación de servicio que lleve su marca o la de otra empresa. Mucho me temo que cuando se tomó la decisión de desarrollar la publicidad referida en esta columna; no se tuvo en cuenta que lejos de apoyar a Pemex, se apoya a unos cuantos inversionistas; los cuales, por ley, están obligados a competir con otras marcas. 

Por: Rosanety Barrios Beltrán

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