Rosanety Barrios

La producción de combustóleo: una carga nacional

Rosanety Barrios, Subsidios directos y cruzados CFE

Como es sabido, México cuenta con seis refinerías, de las cuales solo tres están configuradas para procesar petróleo pesado (Cadereyta, Minatitlán y Madero). Bueno, digamos que cuentan con los equipos necesarios, pero, por razones diversas, esos equipos no operan como deberían. Las otras tres solo pueden procesar adecuadamente el crudo ligero; ese que ya no producimos. Así que esta combinación provoca que, de cada barril de crudo que se refina en nuestro país, aproximadamente el 30% termine como combustóleo. Un combustible pesado, cargado de tóxicos, principalmente azufre, que en el pasado fue muy utilizado para generar electricidad, pero que fue desplazado por otro combustible fósil de mucho menor precio y con menos contaminantes: el gas natural.

El mercado que atendía el combustóleo era el de las embarcaciones. Hasta el 31 de diciembre pasado, cuando entró en vigor una nueva regulación de la Organización Marítima Internacional (OMI) que les prohíbe usar combustibles con un contenido de azufre mayor al 0.5%; como es el caso del combustóleo. Ahora, este producto carece de mercado, por lo que su valor es cada día menor. 

Consulta también: Los principios detrás del despacho eléctrico: ¿la energía renovable es cara?

Si el 30% de cada barril procesado en nuestras refinerías es un producto que ya no tiene mercado, podemos concluir que México, a través de Pemex, pierde dinero cada vez que procesa un barril de petróleo. Si además tomamos en cuenta que las refinerías en Texas, que están configuradas para procesar crudo pesado, producen solo el 3% de combustóleo, la conclusión es que competir con el producto importado es un objetivo que no podrá alcanzarse sin invertir en la reconfiguración de las refinerías existentes. 

Se especula sobre la posibilidad de que el combustóleo vuelva a ser utilizado por la CFE para la generación eléctrica. Si fuera el caso, hay que cuidar muy bien a las dos empresas del Estado; ya que no solo se trata de que el precio al que CFE pudiera comprarlo sea igual al del gas natural para no perder dinero, sino de evitar, al mismo tiempo, que sea Pemex el perdedor. Recordemos que Pemex pierde cada vez que refina un barril de petróleo, porque tiene que “regalar” el 30% del mismo. Entonces, la solución es minimizar la pérdida para la petrolera mientras se invierte en su modernización y dejar que CFE disminuya sus costos de generación, aprovechando el gas natural. Sirve que, de paso, atendemos el medio ambiente y la salud pública

Por: Rosanety Barrios

Rosanety Barrios cuenta con 35 años de experiencia profesional; dedicó los primeros 15 al análisis del mercado bursátil mexicano. Desde el año 2000 participó en el sector energético, primero en la Comisión Reguladora de Energía y, posteriormente, en la Secretaría de Energía, desde la cual coordinó la política energética para el desarrollo de los mercados de gas natural, gas licuado de petróleo y petrolíferos. Desde diciembre de 2019, es profesional independiente; es licenciada en finanzas, con maestría en finanzas y en regulación económica de industrias de red. 

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