Análisis estócasticos para tomar decisiones clave durante la crisis
Por: Miroslava Fuentes
Los niveles de producción y consumo de petróleo no serán los mismos después de la pandemia. Según la Agencia Internacional de Energía, su recuperación será hasta 2023. Ante este fenómeno, las empresas petroleras deben ejecutar análisis estocásticos de los proyectos de inversión para fortalecer la toma de decisiones, de acuerdo con la ingeniera y analista Marbellys Chacón Socorro.
La transición energética y la caída de la economía mundial están cambiando el mercado petrolero. No sólo se han observado despidos de personal y ventas de activos, también las compañías han comenzado a diversificar sus negocios y se prevé que a largo plazo haya una coexistencia entre diferentes tipos de energías.
En opinión de la ingeniera Marbellys Chacón, consultora en Reliability and Risk Management, la producción no regresará al nivel de años anteriores, pues las energías alternativas han captado la atención de los inversionistas. No obstante, si la demanda aumenta y continúa atrasándose el financiamiento en exploración y producción, probablemente la oferta actual no será suficiente.
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Además, las evaluaciones rápidas podrían impedir el éxito de los proyectos petroleros, ya que es necesario prever múltiples circunstancias que podrían impactar en las obras. Al respecto, la especialista alertó sobre el riesgo de ejecutar un plan analizando pocas variables, sobre todo en el contexto actual.
“Tenemos que ser más minuciosos y meticulosos con los tipos de análisis que hagamos. Hoy en día carecemos de certezas, por lo cual necesitamos una metodología que propague la incertidumbre de las variables técnicas, operativas y financieras de entrada en las variables de salida, que son las que nos permiten tomar decisiones”, comentó.
“Los ingenieros y tomadores de decisiones deben apoyarse en metodologías integrales que les permitan tomar mejores decisiones y jerarquizar proyectos”.
Marbellys Chacon Socorro
Mediante análisis estocásticos, el personal que determine la viabilidad de las propuestas podrá elaborar y ejecutar un plan de acción para eliminar o reducir la incertidumbre. “Actualmente tenemos que evaluar muchos factores: rentabilidad, riesgo y que se cumpla con la reducción presupuestaria, porque los recursos son limitados, así como las metas de producción. Si son proyectos de exploración, necesitamos alcanzar las metas de incorporación de reservas; tenemos que ver la eficiencia de la inversión, la confiabilidad de la información y los costos”, resaltó Chacón Socorro.
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Los tomadores de decisiones también deberán identificar los proyectos que no cumplan con los requisitos para evitar su ejecución. “Definitivamente es un cambio de paradigma dejar de trabajar de manera determinística, tomando un solo resultado posible, y transitar hacia una mentalidad estocástica, donde obtengo como resultado un rango de valores con sus debidas probabilidades de ocurrencia, y con base en eso tomar una decisión”, comentó la especialista.
Este tipo de evaluaciones facilitará jerarquizar los proyectos de exploración y producción para decidir cuáles tienen más posibilidades de competir en un ambiente en el que los avances tecnológicos y beneficios ambientales hacen más atractivas a las energías renovables. En este sentido, las metas de neutralidad en carbono obligan a las petroleras a adoptar estrategias que aminoren el impacto ambiental.
Sobre este tema, la ingeniera Marbellys resaltó que, a pesar del momento crítico que atraviesa la industria petrolera, es positivo que las organizaciones y diferentes gobiernos estén dispuestos a realizar inversiones en energías alternativas. “Llegará un momento antes de la transición en que la industria petrolera convivirá con otras fuentes de energía, pero considero que es algo satisfactorio y positivo. Sobre todo, hay mucha gente que está comprometida para trabajar en el uso de energías alternativas y reducir las emisiones; evitar la contaminación y cumplir con el tratado de París”, señaló.
Versatilidad para dirigir y adaptarse
Luego de haber estudiado y trabajado en Venezuela por varios años, Marbellys Chacón se trasladó a México, país en el que se ha desempeñado en todas las regiones de Petróleos Mexicanos (Pemex). Durante doce años, la ingeniera ha sido líder y miembro de equipos multidisciplinarios, consultora y docente.
El desempeño de sus funciones ha exigido adaptación a una cultura laboral diferente, versatilidad y apertura a los cambios. Gracias a esto ha puesto en práctica sus conocimientos en los diferentes activos de producción y en el área corporativa de la empresa productiva del Estado.
“El primer reto fue la cultura laboral. En segundo lugar, tuve que convertirme en una persona muy versátil. Siempre era ese caballito de batalla dentro de la empresa que estaba dispuesta a hacer cosas nuevas y que no le importaba el cambio”, compartió Marbellys.
“Siempre tenemos que buscar la calidad de vida de las personas. No importa si eres hombre o mujer, lo importante es que tengas capacidad y talento”.
Marbellys Chacón
En la Región Sur, la ingeniera lideró un grupo conformado por 70 personas de diferentes países. “Fueron dos años en los que aprendí mucho. Para mí fue satisfactorio intercambiar experiencia laboral y, por supuesto, compartir competencias y conocimientos con personas de distintas partes del mundo en muchos campos; porque como líder del proyecto tenía que involucrarme en varias áreas y saber qué es lo que se estaba haciendo para cumplir con los objetivos del cliente”, expuso.
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Posteriormente llegó a la Ciudad de México, donde trabaja desde hace dos años a nivel corporativo y en la Subdirección; donde se estructuran los casos de negocios para contratos y alianzas con otras empresas. Esto ha implicado un nuevo panorama para Chacón Socorro, quien señaló: “Para mí esa fue otra de las grandes experiencias; porque venía de lo específico, de lo técnico en activos de producción, a la parte gerencial en el corporativo de Pemex”.
A pesar de que en el sector energético continúa la brecha de género, Marbellys resaltó que hay diferentes organizaciones que buscan fomentar la equidad, como Women’s Energy Network (WEN), a la cual pertenece. Por eso, señaló, es satisfactorio ver que más mujeres lideren equipos u organizaciones de la industria petrolera.
En opinión de la especialista, la desigualdad es una cuestión cultural y de educación. En consecuencia, sería conveniente enseñar a los jóvenes que no importa el género, sino el conocimiento y talento para que, colaborando con otros, las personas puedan crear cadenas de valor que produzcan bienes y servicios que satisfagan las necesidades de la población.
“¿Qué podemos hacer? Lo primero, irnos a la educación, hay paradigmas en nuestra educación que debemos cambiar. En segundo lugar, promover el trabajo que hacen organizaciones como WEN México; donde impulsamos el trabajo y el desempeño que hacen las mujeres en la industria energética. El objetivo es que se vea que tenemos las mismas virtudes, cualidades y el derecho a que se nos vea de manera equitativa”, señaló la ingeniera Marbellys.
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La analista reconoció que el sector petrolero es retador; sin embargo, aconsejó trabajar en equipo y dar lo mejor de sí para optimizar la cadena de valor de la industria. “Si estás dispuesta a aprender, trabajar en equipo y dar lo mejor de ti, no importa que tengas que enfrentarte a que te cierren puertas; al miedo de no cumplir con algún objetivo, moverte de ciudad o país. Todo eso se puede enfrentar siempre y cuando ames y tengas pasión por lo que haces”, compartió.