Las ventajas del gas de la cuenca de Waha, Texas – Por Rosanety Barrios
Continuemos nuestra charla sobre gas natural y su estrecho vínculo con la electricidad. En esta ocasión, revisaremos las ventajas que tiene para nuestro país la entrada en operación del ducto Waha-Guadalajara.
Lo primero que hay que destacar es que Waha es la cuenca de producción de gas más barata en el mundo y que México es el único país que tiene dos ductos que lo interconectan a la misma. Gracias a su existencia, el Noroeste y Occidente del país tienen elementos para sustituir el combustóleo que se utiliza para la generación eléctrica y para acelerar el desarrollo del sector industrial, que requiere de electricidad y gas de gran calidad y con precios eficientes.
Los dos ductos de importación existentes tienen una capacidad de 2.2 billones de pies cúbicos diarios (bcfd). Los puntos de internación a nuestro país están en Ciudad Juárez y Ojinaga, ambos en Chihuahua, desde donde el gas baja hasta Guadalajara. Si bien es también posible subir el gas al Noroeste desde el Encino y dar respaldo al sistema a cargo del CENAGAS gracias a las interconexiones en León Guzmán, Dgo. y Zapotlanejo, Jal.
Más de Rosanety Barrios: ¿A quién le sobra el gas?
Una forma de estimar los beneficios esperados para México en el sector eléctrico es comparar el precio esperado en Waha para los próximos 7 años (con base en los futuros mensuales publicados en el sitio de Intercontinental Exchange) con un precio estimado del combustóleo de 6 dls/MMBTU. La diferencia entre ambos multiplicada por 2.2 bcfd durante de 7 años, es una cifra que puede utilizarse como proxy de los ahorros por eliminar combustóleo y sustituirlo por gas natural.
El resultado es que el sector eléctrico mexicano podría ahorrarse 16 mil millones de dólares en este periodo. Este ahorro representa el 89% de todo el costo de la generación eléctrica adquirida por CFE Suministro Básico durante 2019, o casi 5 veces el subsidio transferido por SHCP ese mismo año.
No parece haber ninguna duda sobre las ventajas de la sustitución de combustóleo por gas natural en los costos eléctricos. Si es así, ¿de dónde sale la intención de exportar el gas licuado por Topolobampo en lugar de utilizar los ductos para generar electricidad?
La respuesta está en la negativa ideológica para la participación de capital privado en la generación eléctrica. Es una realidad que la CFE no tiene plantas eléctricas para aprovechar el gas natural en el occidente del país y que tampoco cuenta con el presupuesto suficiente para construirlas. El capital privado sí puede hacerlo. Pero ello implica un giro de 180 grados en la política energética actual. Queda en usted, amable lector, el juicio a dicha política.