Recientemente, pudimos estar presentes en un programa de desarrollo ejecutivo de Pemex Exploración y Producción. En el mismo hubo un grupo de ejecutivos de varias especialidades y de diferentes niveles de experiencia. Nos llamó la atención que más del 50 % de los participantes tenían más de 50 años; al final del programa, pudimos comprobar el valor de su aporte y talento.
Este tema es importante traerlo a discusión cuando se están revisando leyes que buscan extender la edad de jubilación de los trabajadores; razón que justifica porqué las empresas deben apreciar a los trabajadores maduros y recordar que la gestión de la fuerza laboral significa aprovechar todo el talento, independiente de la edad. Algunas instituciones ven el tema de máxima prioridad; lo consideran una revolución del talento que beneficia a aquellas organizaciones que ven el talento objetivamente; independientemente de la edad, especialidad y posición en la organización. Esto es algo que la empresa petrolera nacional está haciendo. Rompiendo con mitos y estereotipos y estableciendo una cultura de trabajo en equipo, donde los jóvenes profesionales sean beneficiados por esa experiencia de los más veteranos o mayores y, al mismo tiempo, los refresquen con su manera de enfrentar problemas y soluciones con enfoques de nuevas tecnologías y aplicaciones.
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En la actualidad, las empresas se enfrentan a cinco fuerzas importantes: 1) el cambio demográfico de la fuerza laboral; 2) la tecnología de plataforma; 3) la robótica y la Inteligencia Artificial (IA); 4) el empleo temporal; y 5) el cambio de responsabilidad del empleador al empleado para el desarrollo de la carrera. Las empresas deben abordar estos factores en la planificación estratégica y no de forma reactiva; como si cada uno de estos elementos fuera una crisis independiente.
Los avances tecnológicos actuales no son el final del trabajo ni del lugar de trabajo, sino simplemente hitos en la revolución del talento de hoy. No considere la amenaza de la jubilación masiva como el verdadero desafío inherente al envejecimiento de la fuerza laboral; pocos empleadores quieren que sus trabajadores maduros se jubilen todos a la vez. Pero las ideas de una edad de jubilación obligatoria, y el punto de vista de que los trabajadores de más edad son cargas u obstáculos para la carrera profesional de los jóvenes, siguen ejerciendo influencia. Esto nubla el juicio de los tomadores de decisiones con respecto a las nuevas tendencias de la fuerza laboral.
Cada vez más, los empleados de todas las edades asumen la responsabilidad de dirigir su propio aprendizaje y carrera. Adoptan la visión a largo plazo, mezclando trabajo y vida con más flexibilidad. Los trabajadores abrazan la economía del trabajo y las libertades que ofrece. Los trabajadores mayores de 50 años muestran un aumento en el interés por formar sus propias empresas. Los empleadores inteligentes hacen que el trabajo sea más flexible y auto-determinado; empoderan a los trabajadores, ayudándoles a prepararse para múltiples carreras.
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La mayoría de los lugares de trabajo son como escaleras mecánicas cortas y rotas: la gente se queda atascada en la parte superior y el bloqueo se multiplica en cascada. Las personas comienzan su carrera profesional en el primer paso de una escalera y suben a lo largo de su permanencia en una empresa. Algunas suben más rápido, otras más despacio y algunas se paralizan. Hoy, esa escalera se ha roto en la mayoría de las empresas: la gente llega a la cima demasiado pronto, sin rampa de salida hasta la jubilación. Las escaleras están atascadas y esto tiene un costo considerable para la empresa. Los empleados atrapados en las escaleras y los que solo caminan en la parte superior se desconectan. Los de abajo ven un pantano y pierden la esperanza dentro de un sistema anticuado y en ruinas; renuncian, alimentando aún más el estereotipo de que los jóvenes van de un trabajo a otro.
La revolución del talento beneficiará a aquellos que ven el talento objetivamente, confían en las pruebas y evitan los mitos y los estereotipos. El mito de que una empresa ahorra dinero al jubilar a los trabajadores mayores con grandes salarios y sustituyéndolos por empleados más jóvenes con salarios más bajos conduce a decisiones costosas. Los costos de contratar, incorporar, capacitar y elevar la productividad de una persona pueden sumar más que la diferencia entre el salario de un joven y el de un veterano. Pemex va por buen camino en este sentido. Retar mitos y paradigmas enquistados en su cultura no es tarea fácil, pero todos sabemos que siempre hay que dar un primer paso; pues como diría el poeta Antonio Machado: “caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
Por: Luis Vielma Lobo