El precio de la mezcla de Pemex acumula una caída cercana al 60% en el año, presionado por el desajuste de los fundamentos del mercado petrolero.
La propagación del COVID-19 fuera de Asia y la fractura entre la OPEP y sus aliados, ha golpeado la demanda de hidrocarburos y aumentado la oferta global.
El precio de la mezcla de Pemex, que cerró en 57.68 dólares en 2019, culminó este viernes en 24.19 dólares, su menor valor desde febrero de 2016. En lo que va del año acumula una merma de 58.06% o 33.49 dólares.
Las expectativas para una recuperación no son positivas si se considera que la Organización Mundial de la Salud ha declarado al COVID-19 como pandemia; y Arabia Saudita y Emiratos Arabes Unidos han anunciado que inundarán el mercado con petróleo barato a partir de abril.
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Goldman Sachs estimó que los precios del petróleo podrían caer hasta los 20 dólares si la guerra en el mercado petrolero se extiende por un periodo prolongado.
En Nueva York y Londres, los precios del crudo WTI y Brent se han desplomado alrededor de 50% en el año; pero aún se mantienen sobre la marca psicológica de los 30 dólares.
En el caso de la mezcla mexicana de crudo, el soporte de corto plazo se ubica en los 22.50 dólares; mientras el siguiente se localiza en los 21 dólares.
Un quiebre de esos niveles desafiaría la marca psicológica de los 20 dólares y pondría en riesgo el precio mínimo de 18.90 dólares, no registrado desde el 20 de enero de 2016.
Desde que la mezcla alcanzó un máximo histórico sobre los 102 dólares a mediados del 2014, el precio del insumo entró en una espiral descendente; en línea con su pares internacionales, hasta caer a ese mínimo de enero de hace cuatro años.
