Inteligencia colectiva para la Exploración y Extracción de Hidrocarburos. ¡A echarle montón!
Por. Gaspar Franco Hernández
En un sector en el que todos los días deben existir modelos innovadores que permitan tomar las decisiones para alcanzar los objetivos de las empresas y de los países, es de suma importancia el uso de la información. En México, existe el Centro Nacional de Información de Hidrocarburos y dos Litotecas Nacionales; que concentran la información derivada de la exploración y extracción de hidrocarburos, de manera electrónica y física, respectivamente.
En los últimos años, se ha publicado información que permite conocer, de manera general, la situación de las asignaciones petroleras; de los contratos de exploración y extracción; la producción de aceite y gas; e información ejecutiva sobre la situación del sector de hidrocarburos, misma que ayuda a ver tendencias, pero con datos de varios días de atraso y a un nivel no tan experto.
La información más especializada —y en algunos casos considerada muy valiosa y estratégica— la resguardan y analizan los especialistas que trabajan en las empresas petroleras. Sin embargo, a pesar de que existe mucha experiencia y conocimientos dentro de las empresas, algunas veces es necesario tener otros puntos de vista para mejorar el análisis; y, como consecuencia, la toma de decisiones, por lo que algunas veces contratan consultores para ello.
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Un modelo innovador para analizar la gran cantidad de información y estimar el potencial del país —con la ayuda de todos los expertos interesados y con diferentes puntos de vista, que no necesariamente estén contratados por la empresa responsable de la información— pudiera ser algo que sucedió hace 20 años, cuando McEwen; después de escuchar la conferencia de Torvalds en el MIT, tuvo una visión: si sus trabajadores de la mina no podían encontrar el oro, situado en la zona de Red Lake (Canadá), tal vez otros sí podrían hacerlo.
La clave para localizar más yacimientos de oro quizás estaba en abrir el proceso de prospección, como Torvalds «había abierto el código fuente de Linux». La empresa minera de McEwen, conformó hasta la información más mínima sobre un área; la hizo pública y convocó a todas las mentes involucradas en el tema. Semanas después recibió más de 100 propuestas de objetivos con posibilidades de encontrar yacimientos, 50% de los cuales no lo habían pensado ni remotamente.
Imaginemos ahora que en México se pusiera a disposición toda la información de una o varias áreas petroleras complejas del país, para que fuera analizada por universidades; institutos, compañías de servicios especializados, personal retirado e interesados en apoyar al mejor desarrollo del sector. Sería un arma de construcción masiva o una convocatoria a la inteligencia colectiva para la generación de propuestas con diferentes visiones, herramientas y metodologías de análisis, o más aterrizado, se le echaría montón a la resolución de oportunidades del sector hidrocarburos.