El Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) y la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) advirtieron que el polígono donde se construye la Refinería de Dos Bocas en Tabasco se localiza en una zona de alto riesgo; susceptible a inundaciones por lluvias, marea y oleaje.
La IMP y la ASEA agregaron además de que se localiza en una zona de peligro volcánico por su cercanía con el volcán Chichonal; así como peligro sísmico y por erosión de playa.
Con base en el Atlas de Peligros por Fenómenos Naturales del Estado de Tabasco (2013), el IMP elaboró la Manifestación de Impacto Ambiental para Pemex. En ésta advierte que el polígono del proyecto “está sujeto a riesgo alto por inundación marina; riesgo alto por inundación fluvial, riesgo muy alto por inundación causado por marea de tormenta; riesgo muy alto por erosión causado por oleaje de alta energía.
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La ASEA, por su parte, autorizó la construcción de la refinería, pero en su resolutivo advirtió que aunque no se prevén mayores impactos ambientales, «existe la probabilidad de presentarse un evento no deseado en materia de riesgo ambiental».
En el documento elaborado por la Dirección General de Gestión de Procesos Industriales (DGPPI), la ASEA destaca que Tabasco es vulnerable a los impactos del Cambio Climático; con efectos como inundaciones, variaciones en la línea de costa e incremento de la temperatura.
Como resultado a ese escenario, Pemex determinó construir la plataforma de la refinería con un desplante de tres metros sobre el nivel medio del mar, «por lo cual dicha medida asegura evitar la inundación del polígono en dónde se construirá el proyecto».