Talos Energy reveló que el proceso de unificación del yacimiento Zama en disputa con Petróleos Mexicanos (Pemex) entrará en su “próxima fase”.
En un comunicado, la empresa mencionó que en este paso; se requiere que la Secretaría de Energía (Sener) “proponga los términos” del acuerdo de unificación y operación; “basado en las mejores prácticas internacionales y considerando los aportes de las partes”.
El 25 de marzo venció el plazo impuesto por la Comisión Nacional de Hidrocarburos a Pemex y Talos; quienes no llegaron a un acuerdo para operar el campo de crudo Zama, localizado en aguas someras del Golfo de México.
En diciembre, la Secretaría de Energía (Sener) ordenó que las dos partes convinieran los puntos de la unificación inicial del yacimiento. Tanto el consorcio integrado por Talos, la alemana Wintershall Dea y la británica Premier Oil; como Pemex han manifestado su intención de operar este depósito, bajo argumentos que afirman la posesión de la mayor parte del campo.
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En días previos, el director general de Pemex, Octavio Romero; dijo a Reuters que su empresa estaba dispuesta a estudiar a Talos como el operador de Zama. Esto se realizaría bajo la condición de unificar el yacimiento, descubierto en 2017; y considerado como uno de los mayores descubrimientos de la industria.
Con un potencial productor de 670 millones de barriles de petróleo, el depósito se ubica entre los bloques 7; ganado por Talos en las rondas petroleras en 2015, y Asab, una asignación que está bajo control de Pemex.
La empresa del Estado mexicano asegura que Zama representa un tema de interés nacional. Diversos medios afirman que el yacimiento forma parte de un plan a largo plazo que, entre otras cosas, contempla un polo de desarrollo con dos campos potenciales cercanos, Nikita y Chamak.
A su vez, Talos afirma que cuenta con el capital financiero y tecnológico para llevar la explotación del campo a su máximo potencial. Del mismo modo, menciona que su operación podría beneficiar a la actual producción petrolera de Pemex; a fin de lograr la meta gubernamental de generar 2 millones de barriles diarios de petróleo para fines de 2024.
