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Técnicas de estimulación de un yacimiento carbonatado en México

Técnicas de estimulación de un yacimiento carbonatado en México

El estudio técnico abordó la evolución de las operaciones de estimulación en un yacimiento carbonatado del norte de México.

La optimización de los tratamientos de estimulación en yacimiento carbonatado es un proceso continuo que implica la aportación de datos de operaciones anteriores y resultados de producción.

Cada nueva estimulación ofrece la oportunidad de optimizar el diseño del tratamiento utilizando una serie de factores.

Las opciones potenciales incluyen nuevos diseños de fluidos, cambios en las tasas y volúmenes, uso de fluidos para aumentar la energía (como el nitrógeno); y recuperar fluidos adicionales después de la operación (contacto con nuevas zonas del yacimiento).

Los cambios en la terminación del pozo, técnicas novedosas de desviación y otros aditivos. Estas elecciones afectan a la optimización general de la distribución de fluidos.

Este artículo describió la evolución de los tratamientos de estimulación realizados en un yacimiento carbonatado del norte de México. Las operaciones abarcaron desde tratamientos de estimulación reactivos y no reactivos a bajas tasas de bombeo hasta fracturas hidráulicas con ácido en una sola formación.

Tras dominar el uso de las fracturas hidráulicas con ácido en una sola zona, se fracturaron múltiples zonas de la formación para mejorar la producción; al tiempo que se introdujeron cambios en la terminación del pozo para permitir una operación más rápida.

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En la actualidad, los campos se completan aplicando múltiples tratamientos de fracturación ácida en una sola intervención con el uso de material de desviación para mejorar la cobertura de la zona.

El éxito de la aplicación de la desviación se documentó con el uso de diagnósticos, como perfiles de temperatura y trazadores radiactivos.

Los resultados de producción en los primeros días de esta evolución oscilaron entre 30 barriles de petróleo por día cuando se realizó un tratamiento de estimulación reactivo y no reactivo.

Posteriormente, se llegó a 100 barriles de petróleo por día durante las primeras etapas de fracturas hidráulicas con ácido en un solo intervalo; (más de 20 operaciones de fracturación de este tipo operaciones de fracturación).

Actualmente, la aplicación de mejoras en la fracturación y la estimulación de dos a tres zonas con desviación para distribuir el fluido; han logrado resultados de producción de aproximadamente 300 barriles de petróleo por día.

Asimismo, estos resultados representan un aumento de tres veces desde las operaciones de fracturación iniciales y de diez veces desde el comienzo de la estimulación en el yacimiento.

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De acuerdo con el estudio, los resultados de producción en los primeros días de esta evolución oscilaban en 30 barriles cuando se realizaba un tratamiento de estimulación reactivo y no reactivo; y 100 barriles durante las primeras fases de fracturación hidráulica con ácido en un solo intervalo (más de 20 operaciones de fracturación).

En 15 pozos, el uso de mejoras de fracturación y la estimulación de dos o tres zonas con desviación permitieron alcanzar resultados de producción de aproximadamente 300 barriles

Los ingenieros Eber Medina, Alejandro Javier Flores y Katya Campos Monroy presentaron el trabajo en la reciente edición del Congreso Mexicano del Petróleo (CMP).

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