Autor: Ramses Pech – Grupo Caraiva – León & Pech architect
El mundo no dejará de utilizar los hidrocarburos tácitamente; estos continuarán siendo la base energética de transportadores de energía, como combustibles para automóviles, más allá del 2050; la sociedad está cambiando la forma de tomar las energías primarias para crear los portadores de energía y uno de ellos es la electricidad.
Desde el 2015 surgió la nueva religión automotriz, referenciada al cambio de uso de automóviles a base de combustión (con combustible fósil) a los carros eléctricos, en un periodo de tiempo que dependerá de las políticas públicas de cada país.
Esta nueva religión automotriz está basada en una acción y efecto, ligada a mejorar la calidad del aire; esta nueva unión que el ser humano pretende realizar de nuevo con la naturaleza, tendrá que ser paulatina y dependerá de cuánto dinero haya para esta liga que se pretende realizar de nuevo.
Lo que hay que dejar en claro, es que este cambio de dejar de utilizar a la combustión como eje de la movilidad motriz, no será en una década. Sino que dependerá de la forma y el cómo podrán ser sustituidos los automóviles actuales. Esto, al tener un plan de cómo incentivar su compra, reutilización de los materiales que salen de circulación, y mejorar con tecnología un mayor numero de KM recorridos por cada KW consumido.
Religión automotriz
De forma paralela, deberá haber una inversión por parte de los carros de combustión en reducir los contaminantes por los escapes, tener combustibles mejor oxigenados y recorrer más KM.
Actualmente, en el mundo hay alrededor de 1,060 millones de automóviles (carro de pasajeros) circulando, y 10.5 millones son del tipo eléctrico que representan el 1% del total del parque vehicular mundial.
Durante el 2020 fueron vendidos alrededor de 3.1 millones, según datos de IEA. En ese año, se vendieron aproximadamente 63.7 millones de automóviles, lo que representó una caída del 15% respecto al 2019. En la última década, el crecimiento del parque vehicular mundial ha sido de 2 a 3% anual aproximadamente.
Estos datos han servido para hacer una proyección con diferentes escenarios y establecer el momento en el que podría suceder el cambio de automóviles de combustión, a eléctricos. Lo que se encontró es que esto no sucederá en el 2050, sino entre el 2080 y el 2100.
En las gráficas siguientes podemos observar que el escenario máximo al 2050, el número de carros eléctricos del total del parque vehicular mundial podría ser entre el 55 al 60% de un total de alrededor de 2,000 millones de automóviles que podría haber para esa fecha.
Esto indica que una parte de los vehículos seguirán siendo a base de combustión. Pero al tomar los datos inerciales actuales, obtenemos que el máximo porcentaje de automóviles eléctricos podría ser de 30 a 35%; para poder llegar al máximo requiere de políticas, estímulos, y crecimiento en la manufactura de estos, para poder cambiar, esta última tendencia.
Antes, el mundo tenía un promedio de demanda de crudo de 98 millones de barriles diarios, cayendo a 90 millones en 2020 derivado de la pandemia y la falta de movilidad de las personas, productos y servicios; lo que causó una reducción en el volumen del consumo de combustibles fósiles.
Demanda del crudo
La capacidad mundial de refinería de petróleo crudo ha aumentado constantemente desde 1970. En 2019, la capacidad total de refinería mundial de petróleo crudo fue de unos 101.3 millones de barriles por día. Sin embargo, el rendimiento de la refinería en todo el mundo fue de casi 83 millones de barriles de petróleo por día. Es decir, del total de la demanda mundial, entre el 80 y el 85% va a refinerías para producir combustibles.
La demanda mundial de gasolina en 2019 fue de alrededor de 26.4 millones de barriles diarios, según datos de la OPEP. Considerando la cantidad de carros eléctricos que podría haber en los diferentes escenarios antes descritos, en la siguiente gráfica podemos observar que, en el caso de no tener una religión de carros eléctricos, el consumo de gasolina aumentaría hasta 46 millones de barriles diarios aproximadamente; y tendría que aumentar la producción de crudo en el mundo a alrededor de 125 millones de barriles diarios en 2050, lo que traería como consecuencia un incremento de toneladas de CO2 en el planeta.
Debemos entender que la reducción del consumo de combustibles fósiles dependerá de qué tan rápido son introducidos los automóviles eléctricos en los mercados que más consumen gasolina, y en los que está EUA, China, Brasil, Japón, Canadá, Rusia, México, India, Indonesia y Arabia Saudita entre otros. En las tablas siguientes, calculo los escenarios posibles, y dónde indican las variaciones esperadas en el mundo.
Con el máximo escenario esperado de introducir automóviles eléctricos, la demanda al 2050, estaría alrededor de 19 millones de barriles de gasolina, y para el crudo, de 50 a 55 millones de barriles diarios (una reducción del 48%). El escenario inercial mantendría la demanda de crudo a partir del 2030.
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Resumen:
- Los carros eléctricos pueden sustituir a los de combustión en función de tener una manufactura mayor a la actual.
- Incrementar los KM antes de cargar, y tener una mayor autonomía.
- Cambios en la infraestructura carretera con centros de cargas.
- Los carros de combustión se continuarán usando, estos deberán mejorar en cuanto a rendimiento de KM por litro.
- Usar combustibles con aditivos que mejoren la calidad y tener una combustión completa.
- Los carros de combustión continuarán usándose por décadas.
- La demanda de crudo dependerá de su contracción, en función de qué tan rápido son introducidos a los mercados que consumen volúmenes altos de gasolina.
Religión automotriz: incrementar los carros eléctricos en el mundo sucederá siempre y cuando, el acceso a su compra pueda ser realizado en países con bajo poder adquisitivo.