Bain & Company arrojó un análisis sobre las medidas que la industria petrolera puede tomar en cuenta para enfrentar la crisis actual; a la que describió como un par de tormentas en referencia a la sobreproducción vislumbrada en 2019; y a la disminución de la actividad de la cadena de suministro y actividades de gran intensidad energética. Esto, aunado a los conflictos entre Rusia y Arabia Saudita.
Frente a este panorama, la consultora apuntó que los ejecutivos deben proteger a sus empleados y modelar la exposición de la empresa con una serie de escenarios. Igualmente, señaló que algunos tendrán que redirigir los recursos a áreas de mayor potencial de crecimiento en el futuro; así como estabilizar las operaciones en torno a una nueva normalidad. “Entender dónde las cadenas de suministro están expuestas a riesgos; y priorizar las acciones que pueden ser necesarias para protegerlas” apuntó Bain & Company en su informe.
La consultora señaló que estas acciones giran en torno a tres ejes. En primer lugar, a la protección de la salud y seguridad de los empleados y clientes. En segundo lugar, resaltó que algunos activos de producción y elaboración tendrán que funcionar a niveles reducidos. Como tercer eje, señaló que algunos productores tendrán que considerar modelos que mantengan niveles mínimos de actividad; así como alguna estructura de incentivos con sus proveedores.
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Asimismo, Bain & Company hizo referencia a la reducción de gastos para conservar el efectivo, aplazar los gastos de capital, renegociar los costos de la cadena de suministro e infraestructura; así como acelerar la digitalización y reajustar las prioridades de la cartera a largo plazo, en torno a los activos más sostenibles. Estas observaciones también las emitió en 2015, en el informe “Dirigiendo a través de la Tormenta de Petróleo”.
La consultora mencionó que la mayoría de las empresas liberarán dinero, recortarán costos y reducirán gastos de capital; algunos miembros se retirarán del mantenimiento e implementarán formas virtuales de trabajo. Además, algunos tendrán que tomar decisiones más drásticas, como el cierre de la capacidad operacional o el desprendimiento de activos. Igualmente, Bain & Company advirtió que es probable que la profundidad y alcance de la crisis de este año tengan un efecto sin precedentes en los precios, mercados, volúmenes, balances, así como programas de capital y vulnerabilidad de los activos de alta producción.