El gobierno federal se encuentra presionando a Petróleos Mexicanos (Pemex) para que reduzca el nivel de gasto dentro de la compañía, por lo que decidió retrasar pagos a proveedores, los cuales vencen en diciembre próximo.
De acuerdo con un articulo publicado por Bloomberg, la medida forma parte del esfuerzo del presidente Andrés Manuel López Obrador para terminar el año con un superávit y evitar cualquier posible rebaja a la calificación de su deuda soberana.
López Obrador se ha comprometido a rescatar a Pemex de su deuda y una menor producción a largo plazo. La petrolera enfrenta obligaciones por aproximadamente 100 mil millones de dólares.
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Pemex está pidiendo a su brazo comercial PMI que cancele 400 millones de dólares de una deuda de casi 3 mil millones. Eso, a su vez, podría dificultar que PMI, una subsidiaria de Pemex que opera de forma independiente, cumpla con los pagos a las principales firmas internacionales como Royal Dutch y Chevron.
Una eventual reducción en la calificación crediticia de México se transformaría en la pérdida de grado de inversión de Pemex, situación que se busca evitar en el gobierno federal.
Las deudas de la empresa productiva del estado involucran a empresas de servicios nacionales e internacionales, constructoras y navieras, en total son 950 empresas a las que se le adeudan pagos por productos y servicios.