La pizarras positivas predominaron en los mercados internacionales del petróleo, en una sesión donde expiraron los contratos a junio del crudo texano.
Los reportes de que las reservas de petróleo en los depósitos estadounidenses descendieron por segunda semana consecutiva contribuyeron en las pizarras positivas.
En México, de acuerdo con Pemex, la mezcla mexicana de exportación ganó 1.16 dólares, o 4.36%, para cerrar en 27.71 dólares por barril.
El insumo mexicano suma una recuperación de 224.85% desde el 24 de abril, cuando cerró en 8.53 dólares el barril. La mezcla, sin embargo, aún acumula una caída de 52% en lo que va del año.
El 20 de abril, el precio de la mezcla mexicana se replegó hasta -2.37 dólares, como resultado de una caída histórica de 115.81%; en esa misma jornada, el crudo WTI se desplomó hasta -37.63 dólares, con un descenso de 306%.
Fue la primera vez que el petróleo se comercializó en terreno negativo desde que Nueva York comenzó a llevar los registros en 1983. Otras cifras proporcionadas por Bloomberg indicaron que fue el peor precio desde 1946.
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La caída de esa jornada estuvo asociada los temores de un mercado sobreabastecido y sin capacidad de almacenamiento.
Este miércoles, el contexto fue distinto en el mercado de Nueva York, donde el crudo WTI para julio subió un fuerte 4.8% a 33.49 dólares; en Londres, el crudo Brent del mar del Norte cerró en 35.75 dólares, un avance de 3.2%.
Las reservas de crudo estadounidense descendieron por segunda semana consecutiva, con un descenso de 5 millones de barriles a 526.5 millones de toneles. La caída contrastó con las previsiones del mercado de un incremento de 2.15 millones de barriles.
En Estados Unidos la producción siguió a la baja, a 11.5 millones de barriles por día, su nivel más bajo desde octubre de 2018. A mediados de marzo se ubicaba en un máximo histórico de 13.1 millones de barriles diarios.
