Sergio Pimentel

La Cocina de Hidrocarburos. El Sistema Petrolero

CNH agradece profesionalismo de Sergio Pimentel

La teoría más aceptada sobre el origen del petróleo es la conocida como “orgánica”. Según esta teoría, los hidrocarburos provienen de partículas de materia orgánica (residuos de animales y plantas) que, bajo ciertas condiciones de presión y temperatura, se van “cocinando” con el paso de millones de años.

Los hidrocarburos se cocinan en lo que se denomina roca generadora o roca madre.  Una vez “listos”, debido a las distintas densidades y presiones, el petróleo y el gas migran hacia arriba hasta que encuentran un impedimento natural que les impide seguir su viaje hasta la superficie; este obstáculo se conoce como sello.  Es a partir de entonces que los hidrocarburos se van acumulando y concentrando en una roca almacen.

Hay dos conceptos que vale le pena destacar:  la porosidad, que es una condición de las rocas que consiste en la presencia de orificios por donde el hidrocarburo viaja, y la permeabilidad, que consiste en la condición de que los poros de la roca se encuentren interconectados entre sí, lo que evidentemente facilita su desplazamiento.

Esto es lo que constituye un sistema petrolero tradicional, pero hay yacimientos que no cubren todos los elementos de este sistema; a éstos los conocemos como no convencionales. Son recursos (petróleo o gas) no convencionales porque provienen de un sistema distinto a la cocina típica.

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Un ejemplo claro de un yacimiento no convencial, es lo que solemos identificar como lutitas o shale. Aquí, la roca madre y la roca almacén son una y la misma cosa; evidentemente, se trata de una formación con bajísima porosidad y permeabilidad.  En este caso, a efecto de lograr extraer los hidrocarburos que se encuentran atrapados en la roca, resulta indispensable fracturarla a través de una técnica que lleva más de 50 años en la industria petrolera; nos referimos a la estimulación hidráulica o fracking.

En México, la mayor riqueza de hidrocarburos (60%) se ubica precisamente en los recursos prospectivos no convencionales y, del portafolio con el que contamos como país, las zonas más prolíficas se ubican en las aguas profundas (tirantes de agua de entre 500 y 1,500 metros) y las ultraprofundas (tirantes de más de 1,500 metros) del Golfo de México.

En la próxima entrega hablaremos de los Recursos Prospectivos y las Reservas, conceptos que suelen confundirse y que, ciertamente, implican una buena cantidad de elementos técnicos.  Lo haremos, como siempre, con la intención de que lo entendamos todos. Hasta entonces.

Por: Sergio Pimentel

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