La petrolera noruega Equinor, antigua Statoil, registró pérdidas netas de 705 millones de dólares (652 millones de euros) en el primer trimestre del año; frente a las ganancias de mil 712 millones de dólares que contabilizó durante el mismo periodo de 2019, debido a los efectos de la pandemia del COVID-19.
«Nuestros resultados financieros trimestrales se vieron afectados por los menores precios de las materias primas. Sin embargo, cumplimos con un sólido rendimiento operativo con una producción récord y un sólido flujo de caja», señaló Eldar Sætre, presidente de la empresa.
Los ingresos alcanzaron los 15 mil 130 millones de dólares, un 8.2% menos que lo facturado en el primer trimestre de 2019.
Equinor, cuyo principal accionista es el Estado noruego, produjo 2.23 millones de barriles de equivalentes de petróleo diarios, un 3% más que un año atrás.
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El grupo noruego espera un crecimiento anual medio de la producción de alrededor de un 3% hasta 2026; pero suspendió su guía de producción para 2020 por la incertidumbre en el mercado.
Con operaciones desde el Mar del Norte, África, las Américas y hasta Asia; la noruega Equinor había estimado un crecimiento de la producción del 7% en 2020.
La compañía priorizará el «valor sobre el volumen» y reducirá las actividades, particularmente en el sector onshore de Estados Unidos; donde opera en las cuencas de shale de Bakken y Marcellus-Utica.
Equinor espera que los trabajos de mantenimiento previstos reduzcan también su producción en unos 25 mil barriles diarios para todo 2020.
«Consideraremos más reducciones de la actividad y usar la flexibilidad que tenemos en nuestro portafolio si fuese necesario», advirtió Sætre.
El consejo de administración decidió repartir un dividendo de 0.09 dólares por acción, un 67% menos que el nivel propuesto en el último trimestre de 2019.