Energía o empleos, ¿qué es importante?: Ramses Pech
Para 2020, se espera que en México haya una contracción económica que pueda llegar a un rango del 11% al 8%, con una recuperación económica de alrededor del 3% al 4%; de acuerdo con la propuesta entregada por la SHCP para el presupuesto 2021. Tendría que dar un salto de 11 a 15 porcentuales.
Actualmente, el poder adquisitivo de las personas físicas y morales se ha contraído en más de un 20% a 30%, y un acumulado con una inflación por arriba del 3%. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOEN) hasta el mes de julio, indicaba que en México la fuerza de trabajo de una población de quince y más años es de alrededor de 95.8 mexicanos; 52.5 millones de personas son económicamente activas (PEA), y 3.4 millones de personas están disponibles para trabajar; perdieron o renunciaron a su empleo, o bien, cerraron su negocio en el segundo trimestre de 2020.
Por otra parte, de la población ocupada, el 68% son trabajadores subordinados y 22.3% son trabajadores por cuenta propia. En total, hay 49.8 millones, donde el 57% recibe de uno a dos salarios mínimos (2,200 a 2,500 pesos mensuales) y 6.5% no recibe salarios.
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Además, los datos del seguro social indican una recuperación de empleos, pero no hay que olvidar que sólo representan el 36% del PEA. La economía actualmente no está circulando, sino que se encuentra estancada ante la falta de la movilidad del dinero. Lo anterior, ligado con la pérdida de valor del peso referente a otras monedas en función de que muchos productos; así como materias primas o servicios, son cotizados en dólares. Esto afecta a la industria, comercio, servicios y a la población en general.
Diariamente 49 millones de personas requieren de electricidad en cualquier parte del día para realizar una actividad relacionada con la utilización y consumo de ésta. Para incrementar el crecimiento económico de un país, no es suficiente generar empleos, programas de asistencia (durante un tiempo finito) y estadísticas que indican una recuperación de empleos. Es necesario realizar una inversión no sólo a la infraestructura de transporte o logística para la movilidad de la población. También se requiere invertir en la transformación de materias primas en productos que utilice la población. Esto conlleva a que las industrias, comercio, turismo, negocios y la administración de un país estén ligados a funcionar con la codependencia en el uso de energía.
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En México estamos confundidos al pensar que la administración pública debe ser el garante de dichas inversiones, es acaso una responsabilidad de la nación hacer que la industria que genere tecnología; así como alimentos, computadoras, muebles, hoteles o cualquier cosa que necesite cada individuo para su vida. Paremos un momento y analicemos. En tu casa revisa y observa: cada cosa que tienes fue fabricado o hecho por una empresa nacional o privada.
El mercado de electricidad de México tiene un crecimiento en demanda observado entre el 3% al 4% anual y, haciendo comparativos con el crecimiento económico en años anteriores, es de un máximo del 2% en promedio. Esto indica que para crecer debe haber la suficiente forma de tener electricidad para que la economía se mueva; pero si la inversión sólo proviene de una fuente, en la cual mucho del dinero que tiene disponible lo utiliza para el desarrollo social (60 a 65%), preguntémosle cómo podremos cubrir la demanda en el caso de que podamos crecer más del 2%; al tener limitados los recursos a las empresas del Estado. Un ejemplo de esto es que, para 2021, en la CFE habrá una reducción de un 12% en general y 9% para generación. ¿CFE no es negocio para la nación?
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El ejemplo real con misión del crecimiento económico e influencia a nivel mundial es nuestro vecino comercial EUA. Según datos de EIA, en 2018 invirtió alrededor de 35 mil millones de dólares en nuevas plantas de generación electricidad con una capacidad de 25 mil MW a base de gas natural; radiación, viento y almacenamiento. En el mercado de este país, el riesgo financiero y operativo es realizado por privados. ¿Nosotros qué hacemos?
Pregunto: ¿es acaso real que una fábrica de muebles compre un barril de petróleo y lo utilice para generar electricidad; y que una empresa de alimentos invierte en sacar el gas natural para utilizar el poder calorífico o tener la electricidad para mover sus plantas? Ambas necesitan que alguien invierta para transformar estas materias primas en energía o en infraestructura para tener acceso a las mismas. Crecimiento económico no significa una adecuada administración de los recursos financieros, sino saber cómo facilitar el acceso a energía, tecnología, capacitación y conocimiento para poder ser autosuficiente.
La crisis de credibilidad en el crecimiento de cada país dependerá de cuánta gente de la población ocupada no es afectada por el COVID-19 y si habrá dinero suficiente en el mercado local para cubrir la demanda energética; cuyo objetivo es incrementar las actividades dentro de la población económicamente activa para disminuir la menor cantidad de gente desocupada, pero con salarios por encima de los actuales y en función de la movilidad del dinero. Una nación crece en función de cada administración en turno y no del turno del administrador.
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