El refrigerador es de los electrodomésticos que mayor consumo de energía eléctrica genera en los hogares.
Es un aparato necesario en todos los hogares. Permite tener alimentos fríos y frescos en casa. Nos evita tener que correr a la tienda de comestibles o al restaurante en cada comida.
Erróneamente, se cree que los costos de electricidad de este aparato, que siempre está enchufado y funcionando, no son altos. Sin embargo, el gasto de su uso se refleja en la factura mensual de electricidad.
Consumo energético
Los refrigeradores más antiguos suelen usar 115 voltios y 7 amperios, que se pueden multiplicar para dar un uso de 805 watts. Los refrigeradores convencionales suelen tener una potencia inicial de 800-1200 watts horas/día, y una potencia de funcionamiento de unos 150 watts horas/día.
El Departamento de Energía de Estados Unidos considera ocho horas de tiempo de funcionamiento por día. Pues los refrigeradores se encienden y apagan durante el día. Multiplicar la demanda del refrigerador de 805 watts por 8 horas para obtener 6440 watts por día. Dividir esa cantidad entre 1000 para obtener 6.44 kilowatts-hora.
Se ha concluido que el americano promedio paga 12 centavos por kWh. Se puede asumir que un refrigerador en funcionamiento podría costar 77 centavos por día o 23.10 dólares al mes por la electricidad. Ahora hagamos la conversión de ese gasto al promedio del valor del peso mexicano, más el costo de la energía en el país.
Disminuir el gasto
Siempre hay formas de ser más eficientes en el uso de la energía en la casa, y determinar cuántos watts usa un refrigerador es positivo para este ahorro.
Entre algunas sugerencias para no generar un mayor consumo de energía eléctrica, destaca el no enfriar los productos más de lo necesario, ya que esto no aumenta su durabilidad, sólo se logra generar más gasto energético.
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Por otro lado, la temperatura del refrigerador debe fijarse en el número 3 o 4 grados centígrados de temperatura. Esto a partir de que entre más elevada sea la temperatura, habrá menos consumo de energía.
Asimismo, es importante no poner alimentos calientes en el refrigerador. Esperar a que enfríen por sí mismos, logrará que el refrigerador no consuma energía para hacerlo. Al introducir comida caliente se requiere de 2 o 3 veces más energía para enfriarla.
Variación de temperatura
Las zonas de temperatura fría o templada permiten disminuir los gastos de energía eléctrica con el uso del refrigerador. Esto se debe a que no existe la necesidad de provocar un mayor enfriamiento.
Sin embargo, lo contrario sucede en las zonas de altas temperaturas, en donde se llega a tener arriba de los 30 grados centígrados, como es en los estados del norte o sur del país.
Finalmente, seguir estos pasos básicos ayudarán a reducir el consumo de energía eléctrica en el hogar. Apoyando el gasto y optimizando el uso del electrodoméstico.
