Las empresas de petróleo y gas, que se encuentran en la situación de estar en el punto de mira de la atención pública, se enfrentan a la única disyuntiva de ser líderes o seguidores en la transición hacia una economía de emisiones netas cero, pero no pueden escapar o ignorar el tema por completo.
Este tema se debate todos los días en los consejos de administración de las empresas, así como en el ámbito público, y como resultado, muchas empresas de todos los países del mundo ya se han fijado ambiciosos objetivos de convertirse en empresas “net zero” en el transcurso de las próximas dos décadas. ¿Cómo alcanzar ese objetivo en la práctica?, ese es el objetivo estratégico de nuestro tiempo.
Las organizaciones que se fijan un objetivo neto cero por una vía descendente “Top-Down”, inevitablemente tendrán que encontrar soluciones prácticas para alcanzarlo por una vía inversa, ascendente “Bottom-up”, que tenga en cuenta las posibilidades que puede ofrecer la tecnología para cada hallazgo.
Por definición, podemos encontrar tres fuentes principales de emisiones de un compresor alternativo: fugitivas en color verde; en color azul las correspondientes a la energía necesaria para hacer funcionar el compresor; y emisiones ventiladas en color naranja. Éstas se muestran y explican en la figura 1.
IMAGEN DEL COMPRESOR
Como resultará evidente, el tamaño relativo de las tres partes puede variar significativamente entre distintas unidades, no sólo en función de su tamaño, configuración y condiciones de funcionamiento, sino especialmente en función de parámetros operativos como el número de horas de funcionamiento, el número de arranques y paradas, el tiempo medio entre mantenimientos y (en el caso de las unidades accionadas por motor eléctrico) el factor de emisión de su fuente de energía.
La lección aprendida en nuestra experiencia es que no puede haber un enfoque único para la reducción de las emisiones de los compresores, sino que es necesario establecer una estrategia racional para cada unidad en función de la singularidad de su diseño y parámetros operativos, dando prioridad a los hallazgos que representarían las mayores reducciones en emisiones. En términos más directos, no existe una única bala de plata que pueda eliminar las todas emisiones de las distintas fuentes referenciadas.
A continuación planteamos una definición clara de lo que consideramos significa “cero emisiones” para un compresor de gas. Un compresor de cero emisiones es un sistema con cero emisiones fugitivas y cero emisiones por venteos operativos, y que emplea tecnologías energéticamente eficientes que minimizan las emisiones relacionadas con la energía.
Como hemos aprendido, existen múltiples productos y servicios que pueden influir en las tres fuentes de emisiones de los compresores: fugitivas, relacionadas con la energía y venteadas. Hoy, con nuestro portafolio actual y la anticipación de productos futuros, tenemos la certeza que se cerrará la brecha a cero emisiones, algo que no se puede lograr con ninguna otra tecnología.
Lee el artículo completo aquí: El camino hacia las emisiones cero en compresión
Nuestro objetivo, es poder presentar alternativas y servicios que pueden influir en la reducción de las tres fuentes de emisiones de los compresores, acercando al usuario a un sistema de “cero emisiones”. Hoy, con nuestro portafolio y la anticipación de productos futuros, tenemos la certeza que se cerrará la brecha en el camino hacia las cero emisiones, algo que no se puede lograr con la tecnología actual.
El objetivo final es alcanzar operaciones netas cero. Eso significa tener en cuenta las emisiones en el funcionamiento y mantenimiento cotidianos de la maquinaria de gas. Desde la educación y formación específicas de los técnicos de servicio sobre el terreno, hasta la creación de certificados de emisiones para componentes críticos como las empaquetaduras de varilla. Trabajamos en proponer una estrategia global para garantizar que los beneficios obtenidos con las modernizaciones y actualizaciones no se vean comprometidos por el paso del tiempo.