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Incremento de riesgos en la distribución de hidrocarburos en México

Distribución de hidrocarburos

Incremento de riesgos en la distribución de hidrocarburos en México – GMSI

 

Aumentar la oferta de combustibles beneficia al consumidor y a la industria nacional. Esto al fomentar la competencia y tener distintas opciones de suministro de gasolinas e hidrocarburos en general; sin embargo, el abasto de estos energéticos en México está en peligro de caer drásticamente, dada la decisión del Gobierno Federal de clausurar terminales privadas de almacenamiento y trasvase de petrolíferos. Con ello se limita la importación del combustible para actividades básicas como el transporte público; la distribución de productos alimenticios y mercancías.

El caso es que la Secretaría de Energía (Sener) suspendió cinco permisos de importación de petrolíferos e hidrocarburos a la empresa Trafigura México; dos de importación de aceite diésel y sus mezclas, una de turbosina y dos de gasolina. También suspendió el permiso a tres terminales de Windstar Energy Resources; una de aceite diésel y dos de gasolina, según el último listado de permisos al 20 de septiembre de la dependencia.

Al parecer, se perfilan más suspensiones de esta naturaleza. La preocupación por estas clausuras parte del hecho de que la limitación de la importación de gasolinas; reducirá la oferta de combustibles que son utilizados para actividades productivas esenciales. Más allá de eso, abre la puerta al contrabando, que es un punto neurálgico a resaltar en el radar de las empresas de seguridad privada; pues propicia además “nuevas oportunidades delictivas” para el crimen organizado.

Contrabando de gasolinas

El contrabando de gasolinas es un mal que afecta a la sociedad y al medio ambiente; al introducir en el mercado de combustibles aquellas de procedencia ilícita y de baja calidad. Lo más grave es que este problema; sin duda, implica el empoderamiento de los grupos criminales (de por sí ya muy robustecidos) y representa un mayor riesgo para las operaciones del sector energético.

Con estas suspensiones a empresas que operan dentro del marco legal vigente, que obstaculizan la importación de gasolinas para proteger artificialmente a Petróleos Mexicanos (Pemex); en detrimento de las inversiones privadas realizadas en los últimos años. Así, se presenta un terreno aún más fértil para que la delincuencia organizada satisfaga la mayor demanda que existirá, a través de una mayor producción ilegal de combustible (incentivando la competencia desleal), se incremente el huachicoleo, así como los robos de productos derivados de la distribución de hidrocarburos en toda la cadena de valor de la industria energética del país.

Problemas de fondo de distribución de hidrocarburos

Uno de los problemas de fondo en términos de seguridad se presenta por los altos costos de almacenaje, por eso la mayor parte del combustible casi siempre está en circulación constante hasta el punto de venta con el consumidor final. Cuando Shell, BP o G500 transportan el combustible de los centros de distribución a las gasolineras, es cuando normalmente el delincuente aprovecha para atacar porque un carro tanque solitario es siempre un blanco muy fácil y a la vez muy valioso. El producto es más atractivo que nunca, porque se transporta en etapa terminada y no hay que adicionarle nada más, pues cuando se extrae por huachicoleo desde cualquier ducto, el producto aún se encuentra incompleto en su mezcla final.

Además, el delincuente prefiere asaltar una pipa que circula sola, pues es mucho más sencillo que si va en un grupo más y mejor coordinado, con más choferes, acompañantes y sistemas que pueden repeler una agresión y aumentar la posibilidad de lanzar una alarma más oportuna.

Por eso la recomendación de seguridad es que las pipas que transportan hidrocarburos siempre deben circular en convoy. Además, así la delincuencia la piensa dos veces antes de actuar intempestivamente, porque si la agresión se sale de control; cualquier detonación de arma de fuego incrementa exponencialmente el riesgo de generarse una explosión de grandes dimensiones. Aunque los criminales son los malos de la historia, tampoco les gusta correr riesgos innecesarios.

Sin duda todas las caravanas que transportan gasolina y sus derivados deben blindarse con acompañamiento de expertos de seguridad privada para dificultar y prevenir cualquier intento de robo.

Consumidores finales

Otro de los problemas de fondo en términos de seguridad se presenta cuando el combustible llega al consumidor final; donde se manejan grandes cantidades de efectivo y es otro lugar en donde la delincuencia puede causar estragos. En las estaciones de gasolina se recomienda una rigurosa vigilancia y retiros parciales y constantes de efectivo en diferentes horarios.

Ante estas nuevas adversidades y vulnerabilidades, reiteramos la importancia de mantener planes estratégicos para mantener blindadas todas las operaciones relacionadas con la transformación y distribución de hidrocarburos del país; mediante la generación de análisis renovados de riesgos en conjunto con expertos de seguridad privada que hagan frente a los nuevos desafíos del sector.

Desafortunadamente con las nuevas disposiciones no sólo la industria energética verá un incremento de riesgos en términos de seguridad; también otros sectores básicos como la transportación de productos alimenticios pueden verse seriamente afectados. Eso pues los combustibles se ligan con todas las demás cadenas productivas del país. Recordemos cuando se declaró la llamada “guerra contra el huachicol” a principios de esta administración y se presentaron algunos saqueos y actos vandálicos por parte de algunos grupos delictivos; por lo que es vital estar preparados ante cualquier posible escenario que afecte la estabilidad de nuestras actividades empresariales.

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