El desplome de los precios internacionales del petróleo podría no ser tan negativo para algunos sectores de la industria petrolera de Estados Unidos.
Para el sector de exploración y producción de EU, los efectos de la pandemia de coronavirus podrían no ser completamente negativos, según un analista estadounidense.
«Creo que a la larga, en realidad, será bueno para el sector de aguas profundas de Estados Unidos», valoró Kenneth Medlock III, un analista estadounidense.
Medlock III es especialista en economía y energía; es director sénior del Centro de Estudios Energéticos del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad de Rice en Houston. También es miembro de la facultad del Departamento de Economía de esa Universidad.
En su opinión, la industria petrolera estadounidense ya se enfrentaba a un periodo de contracción y ajuste, especialmente entre los productores de esquisto.
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Con los precios del petróleo sobre los 20 dólares, la producción de petróleo esquisto ya no es rentable. Esa industria, que tiene un valor de siete billones de dólares –entre producción, infraestructura y empleos–, requiere al menos precios de 45 dólares por barril para que su producción sea costeable. Se anticipan quiebras, fusiones y cierres temporales de varias empresas de ese sector.
Medlock III cree que el efecto de la pandemia será reducir la duración de esa contracción y ajuste. «Vas a ver que algunas quiebras que iban a suceder de todos modos. Sólo se van acelerarán».
El efecto del coronavirus no conducirá a un menor dolor en la contracción general del sector de aguas aguas profundas en Estados Unidos; pero simplemente puede acortar el periodo de ajuste.
«Si vas a quitar un curita, no lo hagas lentamente», recomendó el especialista.
En otras palabras, el efecto de la pandemia y sus presiones económicas resultantes, acelerará el regreso de los proyectos en aguas profundas, en detrimento de las empresas pequeñas de extracción de recursos no convencionales en campos terrestres.
«Es darwiniano, en muchos aspectos”, comparó.
