Algunas anotaciones para considerar sobre lo expuesto por CFE el 26 de marzo del 2021 – Por Ramsés Pech
La exposición del 26 de marzo del director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha mezclado los contratos que tiene actualmente con las empresas bajo los Contratos Legados para el Suministro Básico (CLSB) por tecnología; Centrales CFE y Productores Independientes de Energía (PIE), auto-abasto y las tarifas domésticas.
Hoy, la empresa del Estado quiere que las empresas de auto-abasto paguen el uso de las líneas de transmisión/distribución. Esto cancelaría el contrato SWAP de electricidad que se tenía entre los puntos de generación y suministro. También propone que las empresas sean despachadas conforme a lo que el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) determine; en función de los requerimientos de la nueva ley eléctrica.
Sin embargo, el costo de auto-abasto no puede compararse con el costo del consumo doméstico. El primero corresponde a contratos entre particulares de alto consumo; mientras que el segundo señala la tarea de la CFE subsidiada por la Secretaría de Hacienda; a fin de compensar los costos altos de generación y mantener tarifas de acuerdo con lo esperado por el mercado.
La única empresa facultada para vender electricidad a los hogares es la CFE. Para ofrecer ese servicio, la empresa tiene contratos celebrados con los PIE, mismos que la Comisión Reguladora de Energía monitorea de forma mensual con base en los costos mencionados en los CLSB por tecnología-Centrales CFE y PIE.
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Esto quiere decir que actualmente hay tres mercados en México. El primero sería el doméstico, atendido por CFE y los PIE. La CFE está atada a un contrato de largo plazo que obliga a comprar la electricidad en forma forzosa con base en los contratos vigentes, lo que incluye las subastas de largo plazo.
Estos contratos datan de 1992, y su objetivo se centraba en desarrollar infraestructura. Este tipo de contratos deben ser actualizados. Sin embargo, esto no es problema del mercado eléctrico actual, sino de la CFE y los particulares bajo el concepto mercantil.
El segundo mercado corresponde al auto-abasto, que engloba a los privados. Aquí no existe problema en el costo de generar la electricidad, debido a que CFE no tiene injerencia. Sin embargo, la empresa estatal quiere que se actualice el costo de cada kilowatt que se trasmite por la red eléctrica para las empresas que operan bajo esta modalidad; en aras de eliminar el acuerdo actual de un bajo costo de transmisión.
El tercer mercado se refiere a los contratos bilaterales y también atañe a los privados. Este mercado surgió con la reforma energética; para permitir que un privado se ponga de acuerdo con otro para vender la electricidad. Debido a que los contratos no son públicos, y son contratos bilaterales entre privados, es posible que la diferencia del bajo costo se encuentre en la transmisión y distribución. CFE aspira hoy a equilibrar esos costos.
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Esta mañana, la CFE argumentó que la generación de electricidad puede ser más barata. Sin embargo, el kilowatt transmitido resulta más barato de producir si lo mueve un tercero. Según la exposición del director general de CFE, mover la electricidad genera un menor costo; comparado con lo que se paga actualmente dentro de la tarifa doméstica.
Con esta explicación, la CFE dejó en claro su intención de entrar al mercado eléctrico de alto consumo. En este punto, la empresa pretende que las compañías de auto-abasto paguen por la transmisión y distribución de la electricidad que utilizan.
Sin embargo, no debe importar quién produzca la electricidad. Lo más importante es que el usuario final tenga la opción de elegir a quién, cuánto y cómo comprar. Asimismo, que tenga certeza de tener el servicio en forma continua.
Por su parte, la CRE y CENACE tienen que dar certeza del cumplimiento de las reglas del mercado. En este caso, la Comisión Federal de Competencia Económica debe observar y recomendar lo más conveniente para todos los involucrados.
