Es necesario generar acciones para aprovechar la oportunidad que otorga contar con volúmenes remanentes de aceite y gas; ya que, si fuera posible recuperar un promedio del 10% de ese volumen, se podrían duplicar las reservas 3P del país. Lo anterior pensando en el tema de la Recuperación Avanzada y en los más de 1,400 yacimientos de alrededor de 750 campos petroleros; de los cuales, aproximadamente 485 son campos maduros (294 de aceite y gas asociado). Éstos, en promedio, tienen factores de recuperación abajo del 20%.
En México, dicho tópico siempre fue promovido por el Dr. Edgar Rangel Germán –por cierto, el 23 de marzo del 2020 cumplió cuatro años de habernos dejado físicamente. En el documento “El Futuro de la Producción de Aceite en México: Recuperación Avanzada y Mejorada”, coordinado por el Dr. Rangel, se señala el potencial que tiene México de incrementar las reservas y la producción de hidrocarburos.
En este contexto, en noviembre de 2018, la Comisión Nacional de Hidrocarburos emitió los lineamientos técnicos en materia de recuperación secundaria y mejorada; para que los Operadores Petroleros analicen permanentemente la factibilidad de implementar ese tipo de proyectos. Esto, con el fin de incrementar el factor de recuperación de los yacimientos a su cargo.
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Si bien contamos con dichos esfuerzos, sumados a los cientos que seguramente se hacen en la academia y en las empresas petroleras; es urgente incrementar y enfocar las iniciativas para analizar la factibilidad de implementar procesos de recuperación avanzada a cada yacimiento de manera urgente, pero inteligente. Para ello, se requiere manejar y procesar gran cantidad de información.
Igualmente, es necesario contar con personal especializado, enfocado y dedicado a estudiar diferentes aspectos como la química de la roca, del aceite y del fluido que se quiera inyectar. También, que se enfoque en realizar los análisis de las rocas obtenidas durante la perforación e interpretar registros geofísicos; analizar la información dinámica; determinar la mojabilidad del yacimiento, así como la mineralogía de las formaciones; realizar los modelos de simulación; definir pruebas piloto y muchos otros estudios e investigaciones que van del laboratorio hasta el campo petrolero.
Para lo anterior, es necesario pensar seriamente en la creación de un Centro Nacional de Recuperación Avanzada en México; con recursos que pueden proceder de las obligaciones de porcentaje de contenido nacional y transferencia tecnológica, las cuales están establecidas en las Asignaciones y los Contratos Petroleros. En dicho Centro, sería necesario que existiera un grupo de especialistas dedicados específicamente, y como misión nacional, a la generación de alternativas de Recuperación Avanzada. Esto con el objetivo de maximizar el factor de recuperación de hidrocarburos en condiciones económicas; como lo manda la Ley, y porque lo requiere la Nación para incrementar su seguridad energética.