El trabajo evaluó las características intrusivas en las costas del Golfo de México y sus implicaciones para la exploración en aguas profundas.
Los ingenieros identificaron los rasgos intrusivas anómalos de alta reflexión dentro de los estratos sedimentarios de la era Eocena; durante un proyecto de evaluación de exploración regional frente a la cuenca de Salina del Istmo, en el sur del Golfo de México.
La estratigrafía sísmica y la interpretación de la geomorfología, integradas con la geología regional y la primera derivada vertical de los mapas gravitatorios de Bouguer; sugirieron que estos rasgos son intrusiones ígneas que cubren un área de c. 1000 km2 de la zona de transición libre de sal entre las costas continentales y oceánicas.
Se emplearon datos de reflexión sísmica en 3D utilizados para este estudio que consistieron en un volumen de gran acimut; de banda ancha y con imagen de profundidad que cubre profundidades de agua de 250 metros a 3,750 metros.
En la interpretación sísmica tridimensional se observó que las intrusiones atravesaron la estratigrafía y perturbaron considerablemente los estratos sedimentarios; debido al emplazamiento de los umbrales y al desarrollo de diques y respiraderos hidrotérmicos.
Sugerimos, asimismo, que los respiraderos hidrotérmicos, formados por la liberación de fluidos del magma o del fluido de los poros calentados; crearon los llamativos cráteres que observamos en el paleo suelo marino de la era miocénica.
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Los alféizares, diques y respiraderos hidrotérmicos asociados que interpretamos pueden impactar significativamente en la porosidad y permeabilidad de las potenciales rocas reservorio al fracturarse, circular y ventilar los sedimentos y fluidos.
Nuestra interpretación indica que las fallas dentro de los intervalos del Eoceno y el Mioceno fueron desencadenadas por las intrusiones; y podrían ser favorables para la migración de hidrocarburos hacia los sistemas clásticos de aguas profundas desde las rocas fuente más profundas.
Nuestros hallazgos tienen importantes implicaciones para la prospectividad: 1) Las intrusiones ígneas aumentan localmente la madurez de la roca fuente; y 2) elevan regionalmente los valores del flujo de calor en el momento del evento magmático del Mioceno inferior.
Estos hallazgos son importantes para comprender mejor la compleja evolución de las cuencas frente a las costas de México y también deben tenerse en cuenta durante la modelización de las cuencas.
La interpretación sísmica en 3D reveló el emplazamiento de probables umbrales ígneos inyectados durante el Mioceno inferior. También se desarrollaron diques y respiraderos hidrotérmicos que interrumpen la sobrecarga sedimentaria.
Las intrusivas ígneas se produjeron en una zona relativamente menos deformada de la cuenca de Salina del Istmo; sin embargo, hay claros indicios de fallas y posibles fracturas de los sistemas clásticos de aguas profundas propensos a los depósitos en el intraoceno e intramioceno.
Los ingenieros Mohamed El-Toukhy, C. Rodríguez, J. Hernández, S. Villarroel, K. Lyons y E. Galván presentaron el trabajo en la reciente edición del Congreso Mexicano del Petróleo (CMP)