Saudi Aramco se unió al proyecto de BP, Shell y Exxon para comenzar a frenar las emisiones en sus propias operaciones; en medio de una creciente presión para que los mayores contaminadores actúen sobre el impacto climático.
Los miembros de la Iniciativa Climática de Petróleo y Gas (OGCI, por sus siglas en inglés) se comprometieron a reducir la intensidad de carbono de sus operaciones: a 20-21 kilogramos de dióxido de carbono por barril de crudo equivalente para 2025. Eso representa una reducción de hasta 13% desde los niveles de 2017.
La OGCI, un grupo de grandes petroleras, trabajan sobre formas efectivas de responder al cambio climático.
La medida solo se refiere a la “intensidad”, lo que significa que permite a los productores aumentar sus emisiones totales; pero tendrán que ser más limpios por barril. Tampoco incluye las emisiones de los clientes, que encajan en el “Enfoque 3”.
Bob Dudley, exdirector ejecutivo de BP Plc y presidente de OGCI; destacó que el nuevo objetivo es significativo porque reúne a productores de petróleo privados y estatales en torno a un objetivo común.
“Es un comienzo, pero no creo que sea un logro pequeño reunir a todas estas compañías, que tienen sus propias presiones”, resaltó Dudley.
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La meta es más alta que los 18 kilogramos de dióxido de carbono por barril promediados por los miembros de la Asociación Internacional de Productores de Petróleo y Gas; que representa aproximadamente a 40% de la industria.
“Aramco ha estado invirtiendo activamente en sostenibilidad durante décadas”, dijo un portavoz de la compañía.
Cumplir la meta para 2025 eliminará hasta 52 millones de toneladas de dióxido de carbono por año; lo que equivale a las emisiones totales de aproximadamente 6 millones de hogares en Estados Unidos.
