La petrolera saudí Aramco obtuvo 121,300 millones de dólares de beneficios netos en 2023, un 24.7% menos que en el año anterior. Sin embargo, esa cifra aún constituye la segunda mayor de la historia.
En 2022, la mayor petrolera del mundo reportó una ganancia neta récord de 161,070 millones de dólares. Como resultado de los elevados precios del petróleo, por crudo por la guerra en ucrania y la mayor demanda de petróleo tras la pandemia.
Los resultados financieros de la empresa saudí para el año 2023 se debieron, según indicó la empresa, a su “flexibilidad operativa, confiabilidad y base productiva de bajo costo”, los cuales le permitieron afrontar un contexto global de vientos económicos en contra.
“El descenso refleja principalmente el impacto de los precios más bajos del crudo y volúmenes menores vendidos. Y la contracción de los márgenes de refinado y (derivados) químicos”, indicó la compañía en un comunicado.
Aramco, propiedad en un 90% del Estado saudita, después de salir a bolsa a finales de 2019 con la mayor oferta inicial de acciones de la historia y de recompras posteriores por parte del fondo soberano saudí.
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“Aramco registró sus segundos beneficios históricos más altos en 2023”, dijo el CEO de la petrolera, Amin Naser. Agregó que, ofrecerá a sus accionistas un aumento del 30% en dividendos en comparación con el año anterior.
Arabia Saudita, el mayor exportador mundial de crudo y socio de la OPEP, espera que los ingresos de Aramco contribuyan a financiar el ambicioso programa de reformas “Visión 2030”. Cuyo objetivo es transformar el reino ultraconservador en un centro de negocios, turismo y deporte, sentando al mismo tiempo las bases de un futuro postpetróleo.
El príncipe heredero espera utilizar la riqueza petrolera para reducir la dependencia del reino de las ventas de crudo. Lo que incluye planes de construir una ciudad futurista en el desierto de 500,000 millones de dólares, llamada Neom, y otros proyectos.
