En un mercado competido y diverso, como el energético; la tercerización permite encontrar aliados que contribuyan a la operatividad y productividad de una empresa. Una mejora continua en todos los procedimientos, permite aprovechar al máximo el potencial de los recursos disponibles.
Actualmente, la optimización de gastos y procesos en las empresas, viene acompañada de estrategias que requieren de servicios especializados. Una manera de satisfacer esta necesidad es mediante la tercerización.
Si bien el outsourcing presenta atractivos como la eficiencia y rentabilidad; en nuestro país este tema ha sido polémico, sobre todo cuando se aborda el tema de la legalidad. La Ley federal del Trabajo protege a quienes trabajan bajo este esquema; pero aún hay especulaciones entre sindicatos, autoridades y organizaciones laborales con respecto al cumplimiento de dicho marco.
No obstante, las empresas legalmente constituidas dedicadas a la tercerización; son vistas como una herramienta de apoyo para el manejo especializado de ciertas áreas. De tal forma, es posible que las empresas de la industria colaboren entre sí para beneficiarse mutuamente del conocimiento, medios y material con el que ya cuentan.
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Al respecto, existen elementos que se toman en cuenta al momento de decidir si ceder una parte de las tareas a una compañía. Uno muy importante es qué tipo de actividades se van a delegar. En el sector energético, resulta clave la labor de quienes forman parte del área de las ingenierías y matemáticas; por lo que otras, como la de selección de personal o reclutamiento, pueden ser delegadas.
De esta forma, la tercerización de servicios forma parte de un nicho que las empresas de outsourcing pueden aprovechar. Y como resultado, contribuir en la amplia cadena de procesos que se llevan a cabo dentro de una industria. Siempre procurando que todas las partes involucradas se beneficien de la colaboración.
