Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá y seis países europeos más han mantenido conversaciones conjuntas sobre sus preocupaciones acerca de la política energética de México.
De acuerdo con la agencia de Reuters, la reunión es un reflejo de la preocupación de las economías que han sido algunos de los mayores inversores en México.
El presidente Andrés Manuel López Obrador busca un mayor papel del Estado en el sector, en detrimento de la participación de las empresas extranjeras.
Funcionarios estadunidenses, canadienses y europeos manifestaron en privado su preocupación sobre la actual política energética de México; que erosiona las bases legales de contratos de miles de millones de dólares con las administraciones previas. Ahoara esperan progresiva reducción de sus inversiones.
El gobierno de México niega que esté erosionando esos acuerdos, pero dice que los principales contratos con frecuencia fueron dañinos para el país. Se ha lanzado a renegociar los términos de algunos de ellos.
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La reunión en la Ciudad de México fue auspiciada por la embajada de Estados Unidos, se reunieron los diplomáticos del Reino Unido y la Unión Europea. También estuvieron presente diplomáticos de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos y España. Discutieron sus preocupaciones y cómo transmitirlas a López Obrador.
La insólita reunión diplomática es un reflejo de una ruptura entre López Obrador y las economías que han sido tradicionalmente algunos de los mayores inversores en México.
Consultada por Reuters para comentarios, la embajada de Estados Unidos respondió que no discute sus conversaciones diplomáticas. Las otras embajadas extranjeras no respondieron a peticiones de comentarios, igual que la oficina de López Obrador.
Los diplomáticos dijeron dentro de la reunión que los distintos gobiernos difieren sobre cuán abiertamente deberían comunicar sus quejas al mandatario mexicano; para que no sienta que lo están presionando y termine adoptando un enfoque más rígido.
