Royal Dutch Shell reportó una ganancia neta atribuible de 5,660 millones de dólares en el primer trimestre de 2021, gracias al aumento en los precios del petróleo.
En el primer trimestre de 2020, durante el comienzo de la pandemia de Covid-19, la petrolera angloholandesa registró una pérdida de 24 millones de dólares.
Los ingresos, asimismo, sumaron 55,665 millones de dólares, un 7,3% por debajo de la facturación de la compañía en el mismo periodo de 2020.
La deuda neta de la petrolera, en tanto, se situó en 71,252 millones de dólares, un 4% menos respecto al primer trimestre del año previo.
El resultado atribuible a Shell a costes corrientes de suministro entre enero y marzo de 2021 ascendió a 4,345 millones de dólares; un 57.6% por encima de la cifra correspondiente al primer trimestre del año pasado.
Ben van Beurden, consejero delegado de la multinacional, resaltó que su estrategia actual de negocios se encuentra posicionada para avanzar en los próximos meses.
“Nuestro modelo de negocio integrado se encuentra posicionado de manera ideal para beneficiarse de la recuperación de la demanda”, explicó.
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Como resultado de la mejoría de sus negocios, el consejo de administración de Shell acordó el reparto de un dividendo correspondiente al primer trimestre, por importe de 0.1735 dólares por acción, lo que representa un aumento del 4%.
Shell cerró año fiscal 2020 con una pérdida de 21,700 millones de dólares, como resultado del colapso de la industria en el primer semestre del 2020.
El sector petrolero se vio beneficiado por la recuperación del crudo tras el colapso de marzo y abril de 2020, cuando el barril cotizó con precios negativos.
Los precios del crudo al momento oscilan sobre los 65 dólares, impulsados por expectativas de la recuperación económica mundial; gracias a las campañas de vacunación contra Covid-19 y al levantamiento gradual de los aislamientos.
