¿Seguridad Privada o Policía Minera? ¿Cuál es la mejor para proteger las minas?
Por Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial
Si bien es cierto que la amenaza del crimen organizado a la minería no es nueva, la pandemia trastocó algunos de los negocios que los cárteles tenían en algunas regiones del territorio mexicano; en donde hay escasa población, poca presencia de la autoridad y grandes minas con materiales valiosos. Esto provocó un notorio aumento de robos en este sector.
Posiblemente recordará el caso de un comando armado que robó un importante cargamento de lingotes de oro y plata de una mina en el municipio de Sahuaripa, Sonora. En esa ocasión, los hombres llegaron por tierra y aire al yacimiento de la compañía y sometieron al personal en pocos minutos.
Como si fuera una película de acción, después de cargar el botín, los ladrones huyeron hacia la sierra en una avioneta que les estaba esperando en la propia pista de aterrizaje de la mina; sin que nadie hiciera nada para detenerlos. Ese fue el segundo robo de grandes dimensiones en solo un par de semanas que se produjo en un yacimiento de la región.
Para supuestamente atender esta situación, el gobierno creó la llamada “Policía Minera”, que en realidad no es policía. Se trata de una especie de seguridad privada del Servicio de Protección Federal (SPF), que ofrece servicio de protección, custodia y vigilancia para este sector. Es decir, el mismo gobierno que regula las concesiones, permisos y cobra impuestos, ahora también es proveedor de lo mismo.
Relacionado: GMSI apuesta por la innovación y eficiencia
La denominada Policía Minera inició operaciones sin ser un proyecto contemplado en el presupuesto del SPF. Y además, en las 274 minas operativas distribuidas por todo el país solo operan unos 30 elementos. El SPF ni siquiera cuenta con los elementos suficientes para cuidar las instituciones públicas estratégicas para el desarrollo nacional; mucho menos para cubrir con las necesidades tan específicas del sector minero.
No es la misma capacitación la de un guardia de un centro comercial que uno que resguarda una instalación dentro del sector de minería. Y de eso están conscientes los profesionales de la seguridad privada, incluso hay características distintas entre mina y mina.
Por ejemplo, es distinta una mina de carbón en el centro del país que una de litio en el norte, porque más allá de los factores de riesgo en la extracción y operación; hay que considerar incluso componentes geopolíticos y sociales que sólo la experiencia brinda.
Los guardias especializados en el sector de la minería deben cubrir un perfil muy específico y son seleccionados de manera muy rigurosa por las áreas de recursos humanos de las compañías de seguridad privada de calidad. Por ejemplo, los guardias tienen un lugar de procedencia alejado de la región donde laboran. Esto para disminuir la posibilidad de crear vínculos con las mafias locales.
También tienen esquemas de trabajo que les permiten regresar con sus familias después de cierto tiempo de labor; pues alcanzar un balance profesional y personal es importante para la satisfacción y crecimiento del colaborador, situación que es benéfica también para el cliente minero. Todo esto no sucede con los elementos del SPF que se rigen por otros principios menos “estudiados”.
También te puede interesar: Incremento de riesgos en la distribución de hidrocarburos en México
Brindar seguridad a este sector no es una tarea fácil. Las minas están regularmente muy alejadas de las ciudades, donde se carece en muchos casos de la presencia de autoridades. Y constantemente se cometen robos de producto. No obstante, actualmente hay dispositivos que emplean empresas de seguridad privada innovadoras, los cuales permiten seguir y saber exactamente dónde está un camión o un equipo minero para facilitar un mayor control de la operación.
Existen mecanismos que garantizan la seguridad en terrenos muy extensos, ya que no cualquier sistema de seguridad es funcional y no hay cuerpos de seguridad del gobierno que tengan la capacidad de cubrir ni la extensión ni las necesidades reales del sector. Por ejemplo, en un terreno de cientos de hectáreas, se deben utilizar sistemas de videovigilancia con cámaras infrarrojas, de visión nocturna; así como detectores avanzados de intrusión, sistemas de geolocalización y barreras tecnológicas para control de accesos en el área principal y en cada una de las oficinas o áreas sensibles circundantes de la mina. “sutilezas” que el SPF no posee.
Por eso cuando la gente se pregunta cuál es la mejor opción para cuidar las minas, la respuesta parece obvia a estas alturas del artículo; pues desempeñar labores de vigilancia en un sector sumamente especializado, necesita profesionales igualmente especializados que estén a la altura para brindar las soluciones de seguridad que se necesitan.