La posibilidad de una segunda ola de la pandemia de COVID-19 en México y su consecuente impacto en la demanda y en el sector de hidrocarburos es un escenario que debemos visualizar; con el fin de anticiparnos para estar mejor preparados. De acuerdo con Roberto Díaz de León, presidente nacional de Onexpo, la contracción y caída de la demanda sería menor a la de marzo y abril; sin embargo, resaltó que “es importante prepararnos y no relajar las medidas”.
Igualmente, destacó que el FMI prevé mayor estabilidad hacia el 2022 y 2024, y que la recuperación será paulatina. «Será proceso lento, pero tenemos que estar con ánimo e iniciativas», destacó. En opinión de Esaú Montes de Oca, gerente general de Transportes JSV, una segunda ola, sin el apoyo y participación del sector privado; así como de los ciudadanos, sociedades bancarias y gobierno, conduciría a una recesión global que afectaría sustancialmente al sector.
Por esto, en el Energy Oil & Gas Summit, organizado por IOS OFFICES y Energy & Commerce, directivos llamaron a la colaboración entre gobierno; iniciativa privada y población para la recuperación y reactivación de la industria. “Lo que necesitamos en todos los sectores relacionados con el combustible es una mayor participación propositiva del gobierno, con proyectos de infraestructura; liberación de permisos, fomento a las actividades y mayor control de toda la parte sanitaria que permita que todos los sectores vuelvan a la normalidad”, destacó Pablo Gualdi, CEO de ATIO® Group.
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Asimismo, mencionó que, si bien el sector de combustibles es esencial, hay muchos que dejaron de operar y generaron un efecto dominó que perjudica el consumo de combustibles. “Si las actividades no esenciales están detenidas, no se mueve la economía; y el gobierno no considera proyectos de infraestructura que reactiven los sectores más afectados, sería imposible lograr algún tipo de recuperación”, estimó.
Además, Roberto Díaz de León destacó que la recuperación será un proceso lento y se requieren iniciativas para alcanzarla. Entre éstas, destacó el fomento a la capacitación, desarrollos tecnológicos con miras a beneficiar al consumidor y agregar valor. Lo anterior, garantizando la seguridad y salud de los clientes.
Respecto al almacenamiento, los especialistas resaltaron la urgencia de garantizar al menos cinco días de abastecimiento energético en caso de emergencias. Montes de Oca expuso que aún estamos lejos de lograr dicha meta; mientras que Pablo Gualdi apuntó a la necesidad de liberación de permisos. Por su parte, Roberto Díaz de León señaló que hay que diferenciar entre soberanía y seguridad energética, pues existe un rezago de inversión.
