- Pemex ha empleado esta técnica hidráulica desde 1996
“La prohibición del fracking pondría en riesgo las metas de producción del Plan de Negocios de Pemex”, Welligence Energy Analytics.
La firma Welligence Energy Analytics advirtió que la prohibición de las actividades de fracturación hidráulica (fracking) en México tendría un impacto negativo para las metas de producción de Pemex; así como en los ingresos fiscales del gobierno y el desarrollo económico del país.
El 10 de julio de 2019, los senadores Martí Batres y Antares Guadalupe presentaron un proyecto de Ley para la Prohibición de la Fractura Hidráulica; con el objetivo de “evitar daños graves e irreversibles al medio ambiente”.
Actualmente, el fracking es una técnica con estándares altamente regulados que garantizan su correcta implementación en varias partes del mundo. “Prohibir el fracking tendría serios impactos fiscales, económicos y sociales para México”, reiteró la firma.
Lee también: Control de calidad, el garante de un óptimo funcionamiento
El presidente Andrés Manuel López Obrador se ha manifestado en contra de la extracción de hidrocarburos por vía de fracturación hidráulica. Recientemente, canceló un plan aprobado por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) para utilizar fracking en el campo Humapa.
Según cálculos de Welligence Energy Analytics, la prohibición del fracking cancelaría inversiones de mil 300 millones de dólares en 2020 y 45 mil millones de dólares hacia 2040. Además, pondría en riesgo 24 mil empleos directos y 67 mil empleos indirectos. Aunado a esto, la restricción implicaría una pérdida en la producción actual de 140 mil barriles diarios de petróleo y de 1,200 millones de pies cúbicos de gas, lo que representa el 30% de la producción total de gas natural.
Asimismo, el 30% de las reservas 3P del país estarían perdidas; es decir, 4,300 millones de barriles de petróleo y 13 trillones de pies cúbicos de gas. Además, haría imposible alcanzar las metas del Plan de Negocios de Pemex y aumentaría la importación de gas en 25%, reduciendo la soberanía energética del país. Igualmente, tendría impactos sobre la recaudación fiscal, al reducir los ingresos fiscales, por regalías o impuestos superficiales, en 7 mil millones de dólares hacia 2040. Esto equivale al doble del efectivo que tiene Pemex.
