Petróleos Mexicanos (Pemex) enfrenta el riesgo de sufrir un ajuste en su calificación crediticia en este año. El incumplimiento de la meta de producción anual, la cancelación de los farmouts y su pesada deuda, sus principales presiones.
El riesgo permanece aún con la ayuda económica que le otorgó el gobierno federal en el transcurso del año. México lanzó un salvavidas a Pemex para evitar que unos 80,000 millones de dólares en bonos de la compañía, fueran etiquetados por calificadoras como «basura».
De acuerdo con un reporte de Reuters, varios analistas esperan que Moody´s y Standard & Poor´s reduzca la calificación del país para el segundo trimestre del año. Como resultado, Pemex experimentaría inmediatamente una rebaja en su calificación crediticia.
«Nuestro escenario base es que Moody´s rebaje un escalón la calificación del soberano en el segundo trimestre de 2020», estimó el especialista Aaron Gifford.
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El analista trabaja para la gestora de activos T.Rowe Price, uno de los mayores tenedores de bonos de Pemex. Aseguró que la enorme relación que guardan Pemex y el país provoca que sea necesario que se continúe inyectando recursos al rescate de la petrolera.
«Esto se deberá a la necesidad de continuar rescatando a Pemex, así como a la erosión de los ahorros del gobierno utilizados para cumplir las metas fiscales», agregó.
Las agencias calificadoras dicen que las necesidades financieras de Pemex, sumadas a las impredecibles decisiones de López Obrador, ha afectado la confianza de los inversionistas.
Moody’s y Standard & Poor’s tienen a la deuda de México en perspectiva negativa. Eso implica un riesgo de un tercio o más de una rebaja a la calificación en lo que realizan su siguiente evaluación. Fitch recortó la nota soberana en junio y calificó a la deuda de Pemex como basura.
«2020 será un desafío, ya que esperamos que el crecimiento y los ingresos fiscales del gobierno decepcionen», estimó Armando Armenta, economista senior en AllianceBernstein
