Por Renata Pérez de la O
En la perspectiva de Patricia Armendáriz, economista y empresaria mexicana, la comunicación entre empresas y gobierno, junto con el apoyo a las renovables, son elementos necesarios para fomentar el crecimiento del sector energético. Por otro lado, considera, el liderazgo femenino implica autoconfianza y conocer bien las propias metas.
La llegada a México de la vacuna contra el COVID-19 ha mejorado las perspectivas económicas para 2021, plantea Patricia Armendáriz. Adicionalmente, comenta, la recuperación del producto interno bruto ha sido más rápida de lo que ella proyectaba.
En su perspectiva, el sector industrial y el energético se han recuperado con rapidez de los estragos de la crisis sanitaria. Sin embargo, el segundo se enfrenta a retos derivados de un cambio de régimen en el cual el gobierno ha incrementado su participación y control.
“El sector energético, en cualquier país, es un sector central y mayoritario en términos de crecimiento. Sin la energía, no hay crecimiento”.
Patricia Armendáriz
“Ahora, el sector público tiene el compromiso de asegurar la estabilidad de precios en los combustibles y energías. Lo que el gobierno dice es: si yo no tengo control, no puedo garantizar precios”. Como consecuencia, la industria energética se ha posicionado como un elemento estratégico que el Estado debe manejar. A pesar de ello, señala, aún queda un 46% de participación en este ámbito que los actores privados pueden aprovechar.
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En este sentido, identifica a las energías limpias como un rubro de oportunidad. Por un lado, están las centrales hidroeléctricas y la atención que les está brindando el Estado tras un periodo de abandono. Por otra parte, están la energía solar y eólica, las cuales son más caras y, consecuentemente, necesitan un apoyo adicional por parte del gobierno.
Empresas y gobierno: comunicación para el beneficio mutuo
La distribución de la proveeduría energética también es un reto al cual se enfrenta la industria, opina Patricia Armendáriz. En su perspectiva, es necesario que el sector público y privado alcancen un acuerdo mutuamente benéfico.
Dicho pacto implica evitar deudas para el sector público y otorgar certeza económica para las inversiones del privado. Para alcanzar esta armonía, comenta, es necesario fortalecer las líneas de comunicación entre ambas partes.
“Yo siempre he creído que el sector privado debe rascarse con sus propias uñas. Nosotros somos buscadores de utilidades y debemos olvidar si el sector gobierno nos ayuda o no”.
Patricia Armendáriz
“El gobierno tiene una ideología, tiene una política económica, me guste o no me guste. He aprendido con esta nueva administración que el sector privado debe hacer lo suyo y el sector público debe hacer lo suyo y no estar pidiendo”; comenta la empresaria y economista mexicana.
El liderazgo femenino requiere confianza y un hilo conductor
En la perspectiva de Patricia Armendáriz, el incremento de la participación femenina en el ámbito laboral y el reconocimiento a su trabajo está relacionado con una combinación de factores: una creciente confianza de las mujeres en sí mismas y la llegada de las cuotas de género a empresas y gobierno.
“Somos fregonas, somos muy incisivas, somos muy efectivas en lo que hacemos.Tenemos menos tiempo que gastar porque tenemos otras prioridades y hay cualidades femeninas que gustan mucho en el sector laboral”; comenta. En contraste, considera, en ocasiones son las mujeres mismas quienes se ponen obstáculos para alcanzar sus sueños, como consecuencia de hogares en los que no han sido apoyadas.
“Creo que tenemos miedo de pedir las cosas y a que nos digan que no. Sentadas en nuestra comodidad no vamos a llegar a ningún lado, ¡atrévete!”
Patricia Armendáriz
Platica que, al igual que otras mujeres, ella vivió un proceso de transformación para encontrar su hilo conductor y salir adelante. En su camino, situaciones como su divorcio, el deseo de impulsar a sus hijos, su sed de crecimiento profesional y la creación de una primera empresa con diversas dificultades, la han llevado a descubrir sus propósitos y trabajar para alcanzarlos.
“Todo el tiempo en diferentes anécdotas de mi vida yo demostraba que quería ayudar a la gente, a los más necesitados. Y desde el momento en que lo supe, que fue relativamente reciente, en el 2012, nadie me para. Porque ahora pienso: ¿a cuánta gente voy ayudar? ¿a cuántas familias voy a cambiar este año?”