Un rebrote de casos de Covid-19 en algunos países de Europa y en algunas entidades de Estados Unidos ha encendido las alarmas de los mercados petroleros.
El recrudecimiento de la pandemia podría reactivar nuevas restricciones de movilidad, en detrimento de la actividad económica y la demanda de hidrocarburos líquidos.
La decisión de China, el mayor importador de crudo, de moderar el ritmo de sus compras de petróleo en el cuatro trimestre del año añadió una presión bajista adicional.
La OPEP y sus aliados temen que una segunda ola de contagios y un repunte de la producción de Libia puedan generar un superávit el próximo año.
En este contexto, los precios del petróleo cerraron la sesión con registros negativos en los mercados internacionales. Al final de la semana rescataron rendimientos moderados, pero las expectativas apuntan a que los precios podrían recaer en el cuarto trimestre.
De acuerdo con Pemex, el precio de la mezcla mexicana de exportación perdió este viernes 14 centavos, es decir, 0.36%, a 37.87 dólares el barril. El insumo mexicano, que en la semana ganó 0.42%, repuntó en la semana previa repuntó 10.39%.
En Nueva York, el contrato del crudo WTI para noviembre perdió 0.2% a 40.88 dólares el barril; mientras que en Londres, el crudo Brent para diciembre descendió 0.5% a 42.93 dólares el barril. Ambos contratos experimentaron alzas moderadas en la semana.
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En Europa, países como España, Italia, Francia y Bélgica tomaron nuevas medidas restrictivas para detener los contagios de Covid-19. Reino Unido, por su parte, decretó nuevos cierres a partir de este viernes.
Al otro lado del Atlántico, el número de hospitalizaciones en Estados Unido alcanzó niveles récord; mientras aumenta el número de casos en la costa este, a medida que las temperaturas bajan.
La Organización Mundial de la Salud reconoció que la posibilidad de una nueva ola de contagios es latente; recomendó reforzar las medidas de prevención.
