Las empresas petroleras a nivel mundial actualmente enfrentan retos y oportunidades asociadas a yacimientos no convencionales y de alta complejidad. Es un negocio caracterizado por alta variabilidad de los precios de los hidrocarburos en el mercado global e incremento de las exigencias de los estándares ambientales.
México, por su parte, vive un momento histórico marcado por el proceso de la Reforma Energética. Además, cuenta con inmensos recursos de petróleo y gas asociados a las formaciones de shale; lo cual implica una actividad sostenida con un uso intensivo de gente capacitada, fortalecimiento de proveedores locales y aplicación de tecnología de punta.
Esto implica que maximizar la rentabilidad y el valor agregado requieren un alto grado de creatividad e innovación, alta tecnología y gente capacitada.
Asimismo, la velocidad con que los operadores de shale en Estados Unidos se han movido fue tan rápida y exitosa. En febrero de 2018 se superaron los 10 millones de barriles por día, siendo el mayor nivel desde 1970.
De acuerdo con proyecciones de expertos, la producción de ese país seguirá aumentando, apalancada básicamente por el desarrollo de shale
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El objetivo principal de este trabajo fue mostrar el impacto real que tiene la aplicación de la técnica de fracturamiento hidráulico en la explotación de las formaciones no convencionales “shale”.
Este impacto se evaluó en la parte de producción como en lo ambiental, social y económico. Sin embargo, la explotación de shale a nivel mundial ha estado rodeada de mitos y verdades sobre el impacto de su explotación.
La idea es entender esos mitos y verdades para poder tener un desarrollo rentable, pero también armonioso con el entorno social y el ambiente.
Del mismo modo, el descubrimiento y la explotación de petróleo de formaciones de lutitas, que en un principio fuera un fenómeno exclusivamente norteamericano. Se ha convertido en una búsqueda global para muchas compañías de exploración
En este trabajo, asimismo, se mostraron las características de los yacimientos de lutitas y su relación con la extracción mediante fracturamiento hidráulico; así como las propiedades geoquímicas para caracterizar adecuadamente los recursos en lutitas que incluyen carbono orgánico total, volumen y capacidad de petróleo, madurez térmica, permeabilidad y mineralogía.
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El consumo de agua usado en la fracturación hidráulica en campos no convencionales representa porcentajes muy modestos comparados con los usados para otros usos.
Del mismo modo, la composición del fluido que se inyecta para fracturar la roca es un 99.50% de agua más arena y un 0.5% de aditivos no tóxicos.
No se conoce ningún caso en el que se hayan contaminado acuíferos por fracking. Las fracturas no se propagan hasta las formaciones superiores. Se utilizan procedimientos y equipos especiales para aforar los pozos sin tener que fluirlos a la atmosfera y por ende contaminarla.
Las operaciones de fractura hidráulica generan magnitudes sumamente bajas lo cual no genera sismos. El gas natural es un combustible mucho más limpio y con menos emisiones de gases de efecto invernadero que el resto de los combustibles fósiles.
Los especialistas Adrián Sánchez Barranca y Luis Vielma Lobo presentaron el trabajo en el Congreso Mexicano del Petróleo (CMP).
