México está considerando expandir el fracking nacional en un intento por reducir su alta dependencia de las importaciones de gas natural de los Estados Unidos.
De acuerdo con un artículo del Financial Times, que cita a ejecutivos del sector privado, México está explorando todas las opciones para reducir su dependencia, en medio de tensas relaciones comerciales y arancelarias entre ambos países.
Durante la última década, las importaciones mexicanas de gas natural de los Estados Unidos, principalmente a través de tuberías, han aumentado gracias a los nuevos gasoductos construidos entre los Estados Unidos y México.
El gas es la principal fuente de generación de energía en México, representando el 60% de toda la producción de electricidad. Pero más del 70% del consumo de gas natural de México se importa de Estados Unidos.
De acuerdo con la agencia Fitch Ratings, la dependencia del gasoducto de Estados Unidos aumentará aún más en los próximos años. A medida que las conexiones de gasoductos se expanden y la producción mexicana disminuye.
“Las importaciones de gas de Estados Unidos proporcionan una fuente de energía confiable y rentable para México. Pero expone al país a la volatilidad de los tipos de cambio y las interrupciones del suministro en medio de crecientes incertidumbres sobre las relaciones comerciales bilaterales,” dijo la agencia de calificación, antes de que Estados Unidos impusiera aranceles a México y Canadá en marzo.
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En vista de reducir la dependencia de México de un presidente impredecible de Estados Unidos, el gobierno mexicano está hablando con el sector privado. “Para expandir la muy limitada producción de gas de esquisto”, dijeron ejecutivos familiarizados con las discusiones a FT.
Las discusiones con compañías privadas se encuentran en etapas iniciales y pueden no conducir a cambios de política o contratos. Sin embargo, son un paso hacia lo que puede ser una nueva modalidad de contratos mixtos.
La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum Pardo se ha opuesto a la expansión del fracking durante años. Sin embargo, la política comercial de Estados Unidos podría empujarla a reconsiderar la expansión del desarrollo del gas de esquisto.
México tiene un estimado de 545 Tcf de recursos de gas de esquisto técnicamente recuperables, el sexto más grande en el mundo.