Impacto permanente en la industria petrolera
La crisis sanitaria no sólo arrastró a la economía global a su peor contracción desde la Gran Depresión de 1929, sino que prácticamente modificó la estructura del consumo de hidrocarburos en el mundo.
La demanda mundial de petróleo se ha desplomado un 20% desde sus niveles previos a la crisis sanitaria, cuando oscilaba en los 100 millones de barriles por día. Los responsables de la política energética mundial están analizando que parte de la caída de la demanda provocada por el Covid-19 puede terminar siendo permanente.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advirtió que la demanda de petróleo caerá en 8.1 millones de barriles hasta 91.7 millones de unidades por día en 2020; la mayor reducción anual en la historia; sin embargo, espera un aumento de 5.7 millones de barriles por día desde ese nivel para 2021; lo que seguirá dejando la demanda por debajo de los niveles vistos en 2019, cerca de los 100 millones de barriles diarios.
Esto quiere decir que el consumo de crudo no se recuperará por completo hasta, al menos, el 2022, cuando la demanda de hidrocarburos líquidos se reactive por el inicio de las actividades de la industria aérea. No obstante, algunos especialistas anticipan que el consumo de hidrocarburos podría no recuperarse nunca; debido al impacto duradero de la crisis en los fundamentos de la economía global.
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Bernard Looney, presidente ejecutivo de bp, advirtió que la crisis sanitaria podría tener un “impacto permanente en la economía global” con un efecto prolongado en la demanda de energía; debido a un menor desplazamiento por aire y tierra de los ciudadanos alrededor del mundo.
En palabras de Ben van Beurden, CEO de Shell, el precario momento de la industria hace muy complicado dirigir a una compañía petrolera; cuando las personas repentinamente han dejado de necesitar petróleo. Para Patrick Pouyanné, presidente y consejero delegado de Total, dado el riesgo de un periodo prolongado de incertidumbre económica y el debilitamiento de los precios del petróleo, las perspectivas son inciertas para la demanda del petróleo.