Este mes se celebra el aniversario de dos organismos clave para el sector energético nacional: la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP). A sus casi 83 y 55 años respectivamente; ambas instituciones analizan sus planes de trabajo para alcanzar la soberanía energética nacional y ajustarse a las nuevas necesidades de la industria.
Por su parte, para cubrir la demanda del país en generación y transmisión; la CFE cuenta con diversas iniciativas. Todas están enfocadas en ampliar sus capacidades, fortalecer su naturaleza como empresa generadora de energía y alcanzar la independencia financiera. Además, planea modernizar las instalaciones generadoras de electricidad del Estado y licitar ocho centrales de ciclo combinado.
De esta manera atenderá uno de los retos más grandes del Sistema Eléctrico Nacional: el envejecimiento de la infraestructura. Para lograr dicho objetivo, las innovaciones tecnológicas de las empresas privadas jugarán un papel clave. Así, el Internet de las Cosas, la digitalización y la tecnología inteligente contribuirán a la optimización de la energía.
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Por otro lado, el Instituto Mexicano del Petróleo se ha adaptado a la apuesta gubernamental por la refinación y la autonomía energética. Actualmente realiza importantes contribuciones para la construcción de la refinería de Dos Bocas y; adicionalmente, incrementa la capacidad tecnológica del país mediante innovaciones y personal capacitado.
Igualmente, a través de estudios científicos y desarrollo de ingeniería, el IMP participa para reducir los impactos ambientales con el fin de hacer a la industria más competitiva. Asimismo, colabora para responder a los desafíos globales y consolidar al sector energético como uno de los pilares más fuertes para el crecimiento de México.
Sin duda alguna, los esfuerzos de ambas instituciones son esenciales para cumplir con una de las metas más significativas de la actual administración. Aunque cabe resaltar que, sin importar el sexenio, las dos son fundamentales para la continuidad de actividades esenciales, creación de empleos y utilización de recursos naturales y económicos para el beneficio de la sociedad.