La pandemia por Covid-19 frenó la economía global y la demanda de energía, pero metió freno de mano a las emisiones contaminantes en todo el mundo.
De acuerdo con New Energy Outlook 2020 de la empresa de investigación BloombergNEF (BNEF), las emisiones globales de carbono caen un 8% en lo que va del 2020.
El estudio NEO 2020 muestra que la marcada caída en la demanda de energía debido a la pandemia eliminará aproximadamente 2.5 años de emisiones del sector energético.
La última proyección de BNEF de la evolución del sistema energético global durante los próximos 30 años; utilizando su Escenario de Transición Económica patentado, muestra que las emisiones de la quema de combustible alcanzaron su punto máximo en 2019.
“A partir de 2027, caen a una tasa del 0,7% anual hasta 2050. Sin embargo, esto no va a ser suficiente para detener el incremento en temperaturas, que estarían subiendo 3.3 °C para el año 2100”, alertó.
Esta perspectiva se basa en una enorme acumulación de energía eólica y solar, la adopción de vehículos eléctricos y una mayor eficiencia energética en todas las industrias.
Juntos, la energía eólica y solar representan el 56% de la generación de electricidad mundial para mediados de siglo y; junto con las baterías, toman el 80% de los 15.1 billones invertidos en nueva capacidad de energía durante los próximos 30 años, según el análisis.
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Para Jon Moore, CEO de BNEF, los próximos diez años serán cruciales para la transición energética; pero con el apoyo de tecnologías eficientes y energías renovables se puede superar.
“Hay tres cosas clave que tendremos que ver: despliegue acelerado de energía eólica y fotovoltaica; una captación más rápida por parte de los consumidores de vehículos eléctricos, energías renovables a pequeña escala y tecnología de calefacción baja en carbono; y desarrollo y despliegue a mayor escala de combustibles sin carbono», abundó