Energías Alternativas

Comuneros del istmo alertan riesgos de perder tierras en donde ya no se construirá Central Eólica

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Denuncia ante proyectos

Comuneros zapotecas de la comunidad agraria de Unión Hidalgo en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, denunciaron que el territorio comunal de la zona está expuesto a grandes proyectos, reclamo realizado posterior a la construcción de una central eólica.

Se refieren especialmente al proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Los habitantes aseguraron que es necesario reconstituir la defensa del territorio. 

Asimismo, exponen que con la cancelación de los contratos de la línea de transmisión que abarca de Ciudad Ixtepec a San Carlos Yautepec, la Secretaría de Energía (Sener) anunció la cancelación de la consulta indígena para la construcción del parque eólico “Gunaa Sicarú”. Proyecto que la empresa Eólica de Francia (Électricité de France EDF) pretendía construir en el área.

En 2017 la empresa francesa EDF buscó iniciar el megaproyecto. Su finalidad era vender energía a la Comisión Federal de Electricidad. En aquel momento, ProDESC y Unión Hidalgo iniciaron un proceso de defensa de la tierra y el territorio. Se alegaba diversas violaciones a los derechos de la comunidad y varias fallas en la identificación de riesgos e implementación de medidas de protección en el desarrollo del megaproyecto.

Central eólica Gunaa Sicarú

El proyecto Gunaa Sicarú implicaba la colocación de 115 aerogenadores de 2.625 megawatts cada uno. Tendría una capacidad total instalada de 301.9 megawatts, 26 aerogenadores; que se ubicarían en La Ventosa, agencia de Juchitán, y 89 en Unión Hidalgo.

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Esta central eólica sería interconectada a la red nacional propiedad de la CFE. Se uniría a la red eléctrica nacional por una línea de transmisión de 230 kilovatt, con dos circuitos y aproximadamente 8 kilómetros de longitud en Ixtepec.

Retomar valor agrario de las tierras

También los pobladores informaron que hay 4 mil 500 hectáreas de tierra aparentemente en propiedad privada que rentó la EDF a los habitantes para su proyecto, de los cuales se desconoce el destino final que tendrán.

Finalmente, los demandantes ya sólo piden que sus tierras vuelvan a ser agrarias para revivir la milpa; pues están conscientes de que están extinguiéndose.

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