Chevron, el segundo mayor productor de petróleo de Estados Unidos, registró una ganancia ajustada de 201 millones de dólares en el tercer trimestre. La ganancia por acción, sin incluir ítems extraordinarios, sumó 11 centavos de dólar por acción.
El rebote de los precios del petróleo desde sus mínimos históricos y la reducción de sus gastos apoyaron sus resultados operativos.
La ganancia aún contrasta con la utilidad de 2,900 millones de dólares, o 1.15 dólares por acción, en el mismo periodo del año pasado. La pérdida neta incluyendo el efecto de depreciaciones cambiarias y otros cargos se situó en 207 millones de dólares.
Los ingresos sumaron 24,451 millones de dólares, lo que supone una reducción de 32% con relación al tercer trimestre de 2019.
El CEO de Chevron, Mike Wirth, afirmó que era demasiado pronto para afirmar que lo peor de la crisis de la industria ya había terminado.
“La economía mundial continúa operando por debajo de los niveles prepandémicos, lo que afecta la demanda de nuestros productos; que están estrechamente vinculados a la actividad económica”, resaltó.
El área de «upstream» o extracción en Estados Unidos aportó este último trimestre 116 millones de dólares en ganancias (-84 %); y en el resto del mundo 119 millones (-94 %).
Chevron está cerca de finalizar una complicada reestructuración de sus operaciones. El proceso reducirá su hasta un 15% de su personal de 45,000 empleados.
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En los primero nueve meses del año, Chevron reporta una pérdida de 4,878 millones de dólares; frente a los 9,534 millones de beneficio que obtuvo en el mismo periodo del ejercicio anterior.
La petrolera californiana registró un descenso del 37 % interanual en su facturación entre enero y septiembre.
Chevron produjo 2.83 millones de barriles diarios de producto equivalente al petróleo entre julio y septiembre, un 7 % menos interanual.