La Secretaría de Hacienda publicó un Acuerdo para que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no aplique reclasificación de tarifas de alto consumo (DAC).
El acuerdo busca evitar que ante el confinamiento domiciliario se registren aumentos inesperados en las tarifas de consumo de energía eléctrica de los hogares.
La medida aplicará para los consumos realizados desde el 30 de marzo y hasta 7 días naturales después de se determine el fin de la emergencia sanitaria. La SHCP detalló que durante ese periodo sí se realizaran reclasificaciones hacia tarifas más bajas, cuando corresponda.
“Hay que aclarar que durante este periodo sí se realizarán reclasificaciones hacia tarifas más bajas, cuando corresponda”, apunto la secretaría.
Lo anterior como parte de los mecanismos para la determinación de las tarifas eléctricas que pagan los usuarios residenciales de bajo consumo; que son el 90% de todos los consumidores, que asegura el cumplimiento de tres objetivos: primero, que las tarifas no aumenten más que la inflación; segundo, que los ajustes sean graduales; y tercero, que dichos ajustes sean predecibles.
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Como resultado del confinamiento domiciliario, el consumo de energía eléctrica en los hogares está aumentando de manera considerable.
En la primera quincena de abril, la tarifa eléctrica básica con estímulo 1, es decir, aquella que destina la energía para uso exclusivamente doméstico, registró un aumento marginal de 0.23 por ciento frente a marzo.
El incremento es marginal pero tiene un impacto directo en el bolsillo de los consumidores; quienes debido a las restricciones de movilidad, con el fin de evitar contagios de coronavirus, han aumentado sustancialmente el consumo de energia.
Al tener encendidas computadoras, consolas de videojugos, cargadores de teléfonos celulares, televisiones e impresora, el consumo diario puede aumentar hasta un 70%.
El incremento del consumo se traduce en recibos de energía eléctrica más caros, y por consecuencia, en un golpe directo en las finanzas de las familias.
Actualmente la situación se agrava para la mayoría de los consumidores mexicanos, quienes muchos de ellos están desempleados o empleados parcialmente por la actual contingencia sanitaria.