Canastas flotantes, innovación para la producción ostrícola. Por Efraín Mariano
Shell México se encuentra en la fase final de un innovador proyecto de cultivo de ostión en la Laguna de Mecoacán, en el Paraíso, Tabasco. La firma de energía busca impulsar el crecimiento regional con el desarrollo de una actividad local.
Tabasco encabeza la producción ostrícola del país. Los sistemas lagunares de la entidad representan una oportunidad de trabajo regional. Shell México, en ese sentido, enfoca sus estrategias y capacidades para eficientar una de las principales actividades económicas de la región.
Para Manuel Morales, quien encabeza el proyecto de cultivo de ostiones, el prospecto es innovador y se alinea a los ejes de la empresa, los cuales buscan la creación de capacidades locales, beneficios sociales y ambientales, así como apoyo a diversidad y servicios ecosistémicos.
A partir de esos roles, se crea la estrategia de inversión social. Esto nos asegura que el proyecto será integral; se alinea con las necesidades de las comunidades. Eso es clave, porque no se habla de la inversión social como algo aislado, sino que engloba un proyecto dinámico y adaptable”, abundó el líder de asuntos sociales y comunitarios de Shell México.
Con el apoyo estratégico de Espacios Naturales y de Desarrollo Sustentable A.C. (ENDESU), Shell México
logró identificar esa área de oportunidad de negocio, junto con la implementación de una tecnología que es relativamente nueva en las aguas del Golfo de México: canastas flotantes.
“Literalmente son unas canastillas que están unidas con una cuerda. Quedan flotando en la superficie de la laguna. El hecho de que estén flotando facilita el cultivo de ostiones para los productores, porque la limpieza de las conchas es más fácil”, describió.
Bondades ambientales
Manuel Morales agregó que este método tiene bondades muy puntuales y eficientes, tanto económicas, como ambientales.
“Con este nuevo método, las conchas crecen de manera individual, a diferencia de los métodos convencionales, donde crecen en grupo y requieren trabajo extra para separarlos. Además, no se pegan entre ellas, lo que ayuda al ostión a crecer más rápido, limpio y grande. Entonces reduce el tema de mano de obra y da a los productores la oportunidad de que se venda más rápido en el mercado”, explicó.
Además, comentó: “el mantenimiento es más sencillo. Ahí es donde está la innovación. Se alinea con los ejes de
inversión social que tenemos. Los cuales son: creación de capacidades y proveer herramientas asequibles para los productores locales”.
Respecto a las bondades ambientales, el estratega comentó que, debido a que es una tecnología probada en otras partes del mundo, es un método eficiente y sustentable, que no requiere estructuras o pilotes que afecten las corrientes de la laguna o la turbidez del agua.
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Manuel Morales comentó que debido a que es un proyecto piloto, que tras casi un año está en su fase final, están trabajando en el diseño final del prospecto.
“Estamos evaluando cómo será la siguiente fase. Buscamos crear un tema de negocio. Un proyecto que genere mayores ingresos y mejor rentabilidad. Estamos viendo cómo esos resultados técnicos, se pueden transformar en beneficios económicos regionales. Que se traduzcan en mejores estándares de vida para los productores. Estamos convencidos que este proyecto va crear valor”, destacó.
La expectativa de Shell México es crear Clúster de Inversión Social que sume e integre varios proyectos para que se interrelaciones entre sí.
“Uno de los ejes de nuestra estrategia de inversión social es buscar que los proyectos se converjan entre sí, para que, en algún momento, hablemos de un Clúster de Inversión de Social, en lugar de hablar únicamente de proyectos de inversión”, destacó.