El presidente Andrés Manuel López Obrador asistió a una reunión de emergencia con su gabinete de seguridad para revisar la situación del estado de Tabasco. Las inundaciones provocadas por las últimas lluvias y el desfogue de la prensa Peñitas han colocado a la entidad a un estado de emergencia.
López Obrador interrumpió una gira de trabajo para llegar a la capital de Tabasco en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana; acompañado por el secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval.
De acuerdo con fuentes de Presidencia, de la reunión de evaluación que se celebra en Villahermosa, dependerá si el presidente retomará su gira de trabajo por Nayarit y Sinaloa.
Esta es la segunda ocasión que el mandatario suspende una gira de trabajo en fin de semana para atender una emergencia. La primera vez fue el 19 de enero de 2019, cuando explotó una toma clandestina de gasolina en Tlahuelilpan, Hidalgo, que dejó más de 137 muertos.
Tras grabar un mensaje en el puente Solidaridad, que se localiza sobre el río Grijalva en Villahermosa; López Obrador informó que en este momento la mayor emergencia corresponde a Macuspana y Centla, donde hay desplegados elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional.
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El presidente aseguró que ningún damnificado se quedará sin apoyo, tras afirmar que son 25 mil las familias afectadas tras las inundaciones en Tabasco.
«El martes vamos a tener una reunión en Palacio Nacional para afinar un plan integral que evite las inundaciones; empezando por dragar los ríos, bordos, y un plan de desarrollo urbano», anticipó.
López Obrador instruyó al secretario de Bienestar, Javier May Rodríguez, para que otra vez aplique los censos para detectar a quienes recibirán los recursos para reponer sus bienes perdidos, después de que el agua entró a sus viviendas.