Miguel Reyes Hernández, director general de CFEnergía y CFE Internacional, presentó la Estrategia Integral del Suministro de Gas Natural en la península de Baja California. La cual permitirá una independencia importante en materia energética.
En lo que se refiere al transporte de combustibles, en alianza estratégica entre CFE y Grupo Carso se construirá un primer tramo del gasoducto de Mexicali a San Luis Río Colorado y, posteriormente, de San Luis Río Colorado a Sásabe, con una inversión de 1,183 millones de dólares.
Reyes Hernández recordó que esta administración ha implementado un modelo diferente en contratos de gasoductos. En 2019 concluyó la renegociación histórica de contratos de gasoductos. Lo cual implicó un ahorro de casi 4,500 millones de dólares. Ello permitió renegociar otros contratos, con los cuales hoy se tiene un ahorro de 6,200 millones de dólares.
Enfatizó que la CFE utilizará su propia molécula: antes solo se tenía acceso de gas natural a través de Estados Unidos. Añadió que hoy ya no hay excedentes, sino que el gas natural contratado garantiza el suministro a las centrales de generación de la CFE. Mientras que el resto, mediante alianzas estratégicas, es exportarlo hacia otros mercados.
Reyes informó que en Baja California se tendrá una reserva operativa para los próximos años entre el 20 y 30%, para asegurar electricidad suficiente. No solo tendrá una interconexión en el Sistema Eléctrico, sino también con en el sistema de suministro de Gas Natural. “Gracias al presidente López Obrador y bajo la dirección de Manuel Bartlett, no hay más olvido de las dos penínsulas”, concluyó.
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Por su parte, el director corporativo de Planeación Estratégica de la CFE, Juan Antonio Fernández Correa, informó que al inicio de esta administración se encontró a Baja California con un déficit en la capacidad de generación para abastecer la demanda eléctrica. Debido a que la entidad estaba en un sistema aislado del resto del país, pese a ocupar el noveno puesto en el consumo nacional – 4.1% del total del país.
La CFE, a solicitud de la presidencia de la República, desarrolló un plan estratégico para garantizar la suficiencia en el suministro eléctrico de Baja California. El cual consistió en la construcción de seis centrales generadoras, con una inversión de 3,770 millones de dólares. Para adicionar 2,893 MW de capacidad, suficiente para cubrir el crecimiento de la demanda eléctrica de los próximos 15 años.
