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Incorporación de energías limpias para la exploración y producción petrolera

producción de energía

Las grandes petroleras están cambiando la producción de energía. A nivel global la industria petrolera está enfrentando un fuerte cambio. La crisis económica, las altas y bajas de precios del petróleo y el cambio en la producción energética se están convirtiendo en un peligro.

Compañías buscan cambio

 

Teoría del Pico de Hubbert

Esta teoría habla sobre la tasa de agotamiento a largo plazo del petróleo, así como de otros combustibles fósiles. Principalmente indica que la producción mundial de petróleo llegará a su cenit y después declinará tan rápido como creció. También considera que el factor que limita la extracción de petróleo es la energía requerida para extraerlo y no su coste económico. En general, cuando se necesita consumir una energía equivalente a un barril de petróleo o más para obtener ese mismo barril, la producción ya no es rentable y el yacimiento se abandona.

En consecuencia, de esta tendencia, desde el año de 1985 existen evidencias de que el mundo caminaba hacia una crisis petrolera permanente. Pues los productores y consumidores del petróleo a nivel mundial olvidaron que estaban consumiendo un capital energético producido naturalmente a lo largo de muchos millones de años. Ante esta situación, la OPEP por intereses propios, propició que sus clientes padecieran crisis. En contraste, los países consumidores de petróleo se vieron incentivados a buscar nuevas fuentes de energía y a proporcionar una mayor eficiencia en el consumo en sus economías.

 

Producción de energía limpia

Hoy en día, la baja rentabilidad está presionando al sector, especialmente para transitar hacia una distinta forma de producir energía. La tendencia está marcando un camino orientado a la protección del ambiente. No obstante, se están buscando nuevas opciones que ofrezcan proyecciones en el corto y largo plazo para el desarrollo económico de las grandes petroleras.

En el 2018, 40 empresas de petróleo emitieron 8.8 gigatoneladas de CO2. Esto es 2.44 y 3.1 veces más que lo emitido por 23 empresas mineras y 32 de generación eléctrica. Asimismo, información emitida por la International Energy Agency, la inversión en exploración, perforación y extracción de las grandes petroleras occidentales, excepto ExxonMobil y Bri- tish Petroleum, disminuyó de 2018 a 2019 en 0.3%.

En consecuencia, las nuevas políticas y tendencias a disminuir el cambio climático, están provocando que las grandes petroleras vean a la energía limpia como una alternativa de negocio. Pero este cambio se está dando en diversos niveles de participación. Busca el cambio

Para no quedarse atrás, algunos gigantes están liderando el camino hacia nuevas estrategias para capturar el mercado renovable que está teniendo un rápido crecimiento. Al mismo tiempo, continúan conociendo y desarrollando propuestas que dan mayores beneficios que los del petróleo y gas.

 

 

Empresas a favor del cambio

Sinopec Group en China es la compañía del sector con mayores ingresos a nivel mundial. Desde el año 2015, inició su apoyo hacia la energía geotérmica como una alternativa. China National Petroleum Corporation también se está enfocando en la energía geotérmica y en el etanol.

La angloneerlandesa Royal Dutch Shell es la petrolera más grande de Europa y la segunda en el mundo. En el periodo de 2016 a 2020 invirtió entre 4 y 6 mil millones de dólares en energía eólica, solar, biocombustibles y desarrollo tecnológico de cargadores de automóviles eléctricos y automóviles de hidrógeno.

BP también ya tiene producción de energía eólica, solar, biomasa y biocombustibles. Su prioridad es la producción de biocombustibles. Por ello se unió a la agroindustrial Bunge International Limited en 2019. Su objetivo es tener 11 plantas de producción de etanol y azúcar. A través de ellas, producirá electricidad a partir de biomasa de la caña de azúcar en Brasil. Asimismo, la empresa está invirtiendo en la producción de cargadores y baterías para automóviles eléctricos.

Total, de origen francés se comprometió desde hace siete años a invertir 500 millones de
dólares anuales en energías renovables. Especialmente tiene foco en las energías eólicas, solares, biocombustibles y bioplásticos. El parque solar en Atacama, Chile, tiene una capacidad de 68 MW. También, la empresa ha destinado a otros tipos de energías más de 7 mil millones de dólares para 2019.

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Latinoamérica en busca de la evolución

Petrobras en Brasil, tiene desde el año 2018 un plan de 417 millones de dólares de inversión en el periodo 2019 –2023 dedicado a la investigación y desarrollo de energías renovables. Apoya enormemente la producción de paneles solares flexibles y transparentes. Para ello, trabaja en conjunto con el Centro Suizo de Tecnología y Microtecnología.

La empresa colombiana Ecopetrol tiene un parque solar, Castilla en Meta, Colombia. Su generación es de 21 MW. En este año, 2022 está ampliando su producción de energía solar a través de dos parques solares, cercanos a un campo petrolero para la generación eléctrica de la planta.

 

Inversiones hacia el cambio energético

Las grandes petroleras también están recibiendo presión de los inversores para comenzar a abordar los riesgos del cambio climático. Están pidiendo objetivos empresariales orientados en la reducción de emisiones conforme al Acuerdo de París. BP, Shell y Total han estado activos frente a la problemática.

Los accionistas de BP votaron a favor de una resolución sobre el cambio climático, presionando a la petrolera británica para establecer una estrategia comercial coherente con los objetivos climáticos del Acuerdo de París.

Shell anunció sus objetivos a corto plazo para reducir la huella de carbono de sus operaciones y ventas de productos. El presidente ejecutivo, Ben van Beurden, dijo que un mundo que se dirige hacia unas emisiones netas cero “es el único camino a seguir”, y pidió a las empresas que trabajen juntas para avanzar más rápido en el tratamiento del cambio climático. La petrolera angloholandesa se ha comprometido a invertir 2.000 millones de dólares anuales en energías renovables y tecnologías limpias.

Siguiendo la tendencia, Total es uno de los principales candidatos entre las grandes petroleras para transformarse de un productor tradicional de petróleo y gas a una compañía energética de rango completo. Está más activa en la cadena de valor de la energía, desde la exploración y producción de petróleo y gas hasta refinación, productos químicos, comercio, envío y comercialización. Esto sigue la lógica estratégica de diversificar los ingresos lejos de los volátiles precios del petróleo para establecer una posición sólida en los futuros mercados de crecimiento energético.

 

Tendencias opuestas

Diversas investigaciones han notado que las grandes petroleras con menos reservas probadas de petróleo, se están moviendo hacia el mundo renovable más rápido con el objetivo de desarrollar carteras más diversas y menos volátiles. En sentido opuesto, las compañías con grandes reservas de petróleo, incluyendo las grandes empresas estadounidenses con activos petroleros de equilibrio especialmente bajos, están seleccionando la estrategia para adoptar la industria renovable a un ritmo más lento.

Sin embargo, la transición a las renovables debe de considerarse el mayor cambio en la dirección estratégica de las grandes petroleras hacia una nueva generación que abre caminos para futuras investigaciones. El cambio crea un modelo desde una perspectiva de cartera para evaluar cómo las grandes pueden lograr el equilibrio entre mantener su negocio principal de hidrocarburos e invertir cada vez más en energía renovable.

 

Los años venideros

Aún, cuando las empresas petroleras viven la necesidad de buscar nuevas formas de rentabilidad y de mantener el medio ambiente; aún los esfuerzos son insuficientes. A nivel mundial, varias empresas ya están invirtiendo en energías limpias renovables. Pero esa inversión es mínima, se espera que durante los próximos años el crecimiento en la producción de energías limpias al menos sea igual que aquella de las energías fósiles. Y con el tiempo, las fuentes sustentables aumenten. Sin embargo, para ello es indispensable lograr minimizar los riesgos en la producción que aún depende de factores ambientales, políticos, económicos o sociales.

Finalmente, la tendencia apunta a que la necesidad de producir más energía hará que las fuentes se diversifiquen. Y con esto, que el negocio de la energía se descentralice, permitiendo un mayor aprovechamiento de las ventajas locales.

Por: Norma Martínez

 

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