Las pizarras positivas predominaron el martes en los recintos internacionales, apoyadas por las recientes expectativas de Rusia; que confía en un equilibrio cercano del mercado para julio, a medida que continúan mejorando los signos vitales del mercado petrolero.
Informes recientes demuestran que los productores están cumpliendo el compromiso de recortar sus suministros; mientras la demanda de combustible se eleva como resultado del alivio de las restricciones globales por el coronavirus.
En México, de acuerdo con Pemex, el precio de la mezcla mexicana de exportación ganó 1.35 dólares, es decir, 4.95%, a 28.65 dólares el barril. Fue su mejor precio de cierre desde 6 de marzo.
La mezcla mexicana, cuyo precio no se publicó el lunes por un feriado en Estados Unidos, se enfila a su quinta semana de ganancias consecutivas; un rally no experimentado desde el año anterior.
Desde el 24 de abril, el precio de la mezcla de Pemex acumula una ganancia de 20.12 dólares o 235.87%, cuando cerró en 8.53 dólares.
En el mercado de Nueva York, el contrato del crudo WTI para julio avanzó 1.10 dolares, o 3.3%, a 34.35 dólares el barril; mientras que en Londres, el crudo Brent ganó 1.8% para cerrar en 36.17 dólares el barril.
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Los precios del petróleo avanzaron por los informes de que los principales productos están cumpliendo, incluso superando, sus recortes de producción.
El mercado recibió con agrado la noticia de que la producción petrolera rusa cayó cerca de su objetivo de 8.5 millones de barriles para mayo y junio.
Alexander Novak, Ministerio de Energía de Rusia, estimó que el aumento de la demanda de combustible, debería ayudar a lograr un superávit mundial de entre 7 millones y 12 millones de barriles diarios para junio o julio. En el mes de abril se estimaba un excedente en el mercado de 30 millones de barriles.
Datos de la firma de servicios energéticos Baker Hughes mostraron que el recuento de pozos petroleros en Estados Unidos tocó un récord mínimo. En la semana hasta el 22 de mayo, las perforaciones de pozo sumaron 318, en una nueva señal de un menor bombeo a futuro.
