La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) informó que avanzar en la transformación de la energía basada en fuentes renovables, representa una oportunidad de crecimiento económico. Mencionó que, aunque se requerirían hasta 130 billones de dólares como inversión total en energía para la descarbonización; la transformación del sistema energético aumentaría las ganancias acumuladas del PIB mundial en 98 billones de dólares de aquí a 2050.
Su primera Perspectiva Mundial de las Energías Renovables arrojó que dicho cambio cuadruplicaría los puestos de trabajo en este sector, generando hasta 42 millones. Las perspectivas ofrecen una forma de construir economías más sostenibles a corto plazo; de acuerdo con el Director General de la IRENA, Francesco La Camera, quien se pronunció al respecto de este tema y la emergencia por la pandemia.
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«Los gobiernos se enfrentan a la difícil tarea de controlar la emergencia sanitaria, al tiempo que introducen importantes medidas de estímulo y recuperación. La crisis ha puesto de manifiesto las vulnerabilidades profundamente arraigadas del sistema actual. Las Perspectivas de la IRENA muestran las formas de construir economías más sostenibles, equitativas y resistentes; alineando los esfuerzos de recuperación a corto plazo con los objetivos a mediano y largo plazo del Acuerdo de París; así como el Programa de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas«, dijo el directivo.
Además, agregó que al acelerar la descarbonización e impulsar las energías renovables y hacer de la transición energética una parte de recuperación más amplia; los gobiernos lograrían objetivos económicos y sociales de un “futuro resistente”. En este sentido, la Perspectiva Mundial de IRENA explora formas de reducir las emisiones mundiales de CO2; al menos en un 70% para el 2050. De acuerdo con el estudio, se necesitarían inversiones energéticas acumuladas de 110 billones de dólares para dicho año; sin embargo, el logro de la reducción de carbono añadiría otros 20 billones de dólares. El documento tomó en cuenta pilares tecnológicos, en particular la ampliación de la electrificación de uso final e hidrógeno verde
