La Dirección de Proyectos o “Project Management” es parte arte, parte ciencia y, al final, es la práctica de entregar proyectos exitosamente. Esta disciplina profesional surge en la segunda mitad del siglo XX y evoluciona a partir de la década de los 50. Se establece formalmente a nivel internacional a partir de los años 60 en Europa y Estados Unidos; lo anterior con amplia práctica en sectores como defensa, manufactura e infraestructura, entre otros.
En palabras simples, podemos referirnos a la Dirección de Proyectos como un conjunto de competencias, técnicas y herramientas; las cuales ayudan a las personas a definir, planear, implementar y establecer exitosamente la gobernanza de sus proyectos.
Existen una variedad de guías, estándares y metodologías que permiten profesionalizar las competencias, conocimientos y experiencia de un “Project Manager”. Entre ellas se encuentran IPMA, PMI, Prince 2 y Marcos Ágiles (Scrum, Lean, Kanban, XP) entre otros.
Derivado de lo anterior, abordamos la importancia de esta práctica para el sector energético en, al menos, las siguientes perspectivas:
- La Dirección de Proyectos tiene un costo y muchos beneficios: gestionar los recursos humanos, así como los materiales y financieros, además del tiempo (reuniones, presentaciones, eventos, etc.); lo que aproximadamente suma entre un 7 y 11% del costo total de un proyecto, pero ofrece certidumbre en la gestión integral de los resultados de forma concreta.
- La disciplina se está moviendo rápidamente hacia el “liderazgo en proyectos”: en los últimos años, ha migrado de un enfoque técnico (planificador y/o controlador de proyectos, especialista en riesgos e inclusive “Project Finance”) a la administración de elementos “suaves” o de “poder”; tales como la gestión de personas, cultura, comportamientos, comunicaciones, intereses y cambios. Este elemento es cada vez más critico.
- El pensamiento gerencial, así como otros movimientos, ha representando cambios profundos en la forma en la que trabajamos en las últimas décadas. Desde la automatización hasta la subcontratación de operaciones de soporte en las empresas y, por supuesto, las tecnologías 4.0; entre las cuales se encuentran el Big Data, la Inteligencia Artificial y automatizaciones extremas.
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En este orden de ideas, y de acuerdo con encuestas internacionales como la del Project Management Institute (2018), el sector energético a nivel global se observa rebasado en la aplicación de la disciplina. Esto sucede por sectores como Tecnologías de la Información, Servicios Financieros, Manufactura, Infraestructura y Construcción; cada uno con sus diferentes industrias y/o subsectores asociados en sus proyectos públicos, privados o sociales.
Como consecuencia de lo anterior, considerando además un conjunto de criterios de éxito para proyectos energéticos; éstos debieran entonces ser gestionados profesionalmente por Directores de Proyecto, cuando se cubran al menos tres de los siguientes elementos:
- El tamaño del proyecto en términos de presupuesto sea mayor o igual a 500,000 dólares estadounidenses.
- La duración se encuentre entre un rango de 6 a 24 meses.
- Haya más de 5 colaboradores dedicados al proyecto.
- Implique al menos 3 unidades, departamentos y/o regiones impactadas.
- Estén ligados a objetivos estratégicos de la organización
Gestionar profesionalmente proyectos energéticos es una gran oportunidad y responsabilidad, reconociendo que esta no es una práctica burocrática o poco benéfica en el sector. Es decir, es vital darnos la oportunidad de emplear a la disciplina y a sus practicantes profesionales (Project Managers), para mejorar los resultados y contar con más proyectos exitosos.
Por: Eneida del Socorro Góngora Sánchez (Women’s Energy Network [WEN])
Eneida del Socorro es fundadora y directora de la empresa Optimum Project Consulting. Tiene 26 años de trayectoria profesional y 16 en el subsector de hidrocarburos, MIPYMES nacionales e internacionales y empresas grandes, así como en Tecnologías de la Información y Educación. Cuenta con gran experiencia en Dirección de Proyectos, Inteligencia Comercial y Competitiva (ITESM y UPF), así como en Desarrollo de Negocios en Latinoamérica. Es miembro del Comité para el desarrollo de la “Norma Mexicana en Dirección de Proyectos”; Directora de Membresías del Consejo Directivo de Women’s Energy Network-Capitulo Mexico; Mentora/Consejera en Dirección de Proyectos para el Programa Enlace + del ITESM Campus Aguascalientes y miembro de la facultad de la Universidad para la Cooperación Internacional (Costa Rica).
